La Conselleria de Sanidad asegura que “el caso entra dentro del protocolo oficial”
Adrián García se debate entre el dolor de su reciente operación de rodilla y la indignación más que justificada.
A sus 23 años de edad acaba de protagonizar lo que para muchos es, amén de una injusticia, un escándalo con mayúscula que da fe de cómo se las gasta la sanidad pública en estos tiempos de crisis.
Según relata el diario Levante, al joven oriundo de Llíria le operaron el pasado lunes en el hospital Arnau de Vilanova de Valencia de la rodilla derecha, tras padecer interminables dolores y no poder caminar correctamente, después de que a los 14 años hubiera sufrido un accidente de montaña.
LA OPERACIÓN FUE UN ÉXITO
Tras muchas vicisitudes se logró contactar con un cirujano francés que recomendó que entrara en quirófano cuanto antes. Dicho y hecho. El martes el chico se las prometía muy felices tras despertar de la anestesia: todo había ido como una seda y nada hacia presagiar lo que iba a acontecer horas después. La prótesis exterior que le habían colocado para asegurar su total recuperación era su mejor garantía.
UNA EMPLEADA SIN MIRAMIENTOS
Sin embargo, estando ya en planta, se abrió de repente la puerta a los dos días y apareció una empleada de la empresa ortopédica exigiendo el pago de la misma, 152 euros. Les dijo que la Conselleria ya les reembolsaría 122, a lo que la familia del aludido respondió que lamentándolo mucho no podían hacer frente al pago, asfixiados con los deudas como están.
Prueba de ello es que en la localidad de Vilanova donde residen los vecinos tienen que echarles una mano incluso para que puedan comer.
La mujer no se atuvo a razones. Esgrimió que bastantes deudas tienen ya con Sanidad como para sumar una más. Al poco, entraron varios enfermeros, y sin contemplaciones le retiraron la prótesis y la sustituyeron por yeso a modo de remedio.
«ENTRA DENTRO DEL PROTOCOLO»
La Conselleria de Sanidad asegura mientras tanto que
«el caso entra dentro del protocolo oficial: sólo las prótesis internas, las llamadas endoprótesis, están incluidas en la Seguridad Social. En cambio, desde 2010, las prótesis externas recetadas por el médico han de ser pagadas por el paciente, que después pide a Sanidad que le reembolse el dinero y acaba haciendo una aportación máxima de 30 euros. Es una especie de copago farmacéutico. Las prótesis, añaden las mismas fuentes, pueden ser colocadas en el hospital o en la ortopedia. Es habitual que las empresas pasen a cobrar las prótesis en el hospital antes de que el paciente reciba el alta».
«Si nosotros hubiéramos sabido que teníamos que pagar la prótesis, hubiéramos recurrido a alguien para que nos dejara el dinero con algo de tiempo. Pero no nos lo dijeron hasta que la prótesis estuvo colocada», dice ahora Adrián, que incluso propuso pagarla a fin de mes cuando cobrara a fin de que no se la quitaran. Ni caso. Los padres han presentado de momento una reclamación en Atención al Usuario del Hospital Arnau de Vilanova.
Se da la circunstancia de que este mismo lunes la familia ha acudido de nuevo al centro sanitario, donde el médico ha podido colocarle otra prótesis externa que le ha prestado un vecino de Llíria.