Roby Krieger: "Ray fue una parte importantísima de mi vida y siempre voy a añorarle"
Se da la noticia en la cuenta oficial del grupo en Facebook. Ray Manzarek, teclista y miembro fundador del mítico grupo de los sesenta y principios de los setenta, The Doors, falleció este lunes a las 12:31 PM en la Clínica Romed de Roseheim, en Alemania, después librar una larga batalla contra el cáncer. Tenía 74 años.
Con su muerte se cierra otra puerta más al propio ‘recuerdo’ de muchos de nosotros, de lo que fuimos, de lo que sentimos, y se abre otra más grande si cabe que nos aboca, de nuevo, al abismo del olvido, allí donde se precipitan todos los sueños.
La música y las letras de The Doors trascienden las palabras, encienden los corazones y apagan al paso de la voz de Jim Morrison todas las realidades impuestas sumiéndonos en el onírico ámbito de un extraño, y tal vez cercano, espíritu ancestral.
En el momento de su muerte Ray Manzarek estaba acompañado por su esposa Dorothy, y de sus hermanos Rick y James. Se fue en silencio, durmiendo.
El guitarrista del grupo, Roby Krieger, ha declarado tras conocer la noticia que
«Ha sido profundamente triste escuchar acerca del fallecimiento de mi amigo y compañero Ray Manzarek. Pero estoy feliz por haber podido tocar canciones de The Doors con él durante la pasada década. Ray fue una parte importantísima de mi vida y siempre voy a añorarle».
Otras crónicas cuentan que el teclado de Manzarek «es una parte inconfundible del sonido característico de The Doors», ya que aportaban «el estilo psicodélico que aupó a este grupo a las listas de grandes éxitos de ventas». No importa.
Lo cierto es que el piso del barrio de Marais donde una mañana de verano de 1971 murió Morrison, es ya mera neblina en la memoria, un paisaje lejano que enmarca un tiempo sin música ni ritmo, allí donde baila bajo el inexorable son del destino una complacida muerte.