El Ayuntamiento de Toledo no paga su cuota como patrono alegando que lo aportaba en "especie" y se ha demostrado que es falso
El Gobierno de Castilla-La Mancha ha garantizado la celebración de la Feria de Artesanía de Castilla-La Mancha, Farcama, en Toledo con una reubicación al Alcázar y un plan de saneamiento que permita perpetuarse en el tiempo después de comprobar que la Feria acumulaba pérdidas por valor de 2,9 millones de euros que le han colocado, junto a una serie de inversiones de dudosa viabilidad realizadas en 2005, en una situación económica de quiebra técnica.
Lo cuenta Abc hoy en su edición digital de Toledo en una noticia que deja en una delicada situación la gestión de Emiliano García-Page en su condición como alcalde de la capital regional y como portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha en el año 2005, cuando se solicitó el primer préstamo por valor de 1,2 millones de euros a pagar en seis años.
Según explica el periódico de Vocento, dicho préstamo fue modificado el 10 de junio de 2009, con un periodo de devolución de seis años más y por un importe de 362.923 euros. Lo firmó la entonces consejera de Cultura, Soledad Herrero. El segundo préstamo se solicitó el 28 de marzo de 2011, por valor de 234.000 euros a devolver en 4 años, y fue refrendado por la consejera de Economía, María Luisa Araújo.
Todos los años, sistemáticamente, las cuentas han sido aprobadas por los distintos presidentes del Patronato de Farcama, pese a la evidencia de que los gastos eran superiores a los ingresos y era necesario adoptar medidas para evitar que la Feria corriera peligro económico. Si bien la aprobación de unas cuentas deficitarias año tras año no es ilegal, sí demuestra una tremenda irracionalidad y falta de respeto al dinero de todos los castellano-manchegos.
LASTRE PARA LA FERIA
Ambos créditos han lastrado el desarrollo de la Feria y, en lugar de buscar un modelo viable, se cubría con préstamos que sólo hacían más profundo el problema económico de Farcama. Se trataba, en definitiva, de equilibrar cuentas a golpe de talonario, hasta el punto de haber puesto en serio peligro la viabilidad de la Feria.
En abril de 2012, el Gobierno recibe las cuentas de 2011 y detecta los problemas económicos de la Feria y la necesidad de adoptar medidas urgentes para no poner en peligro la viabilidad de Farcama, algo de lo que estaban informados la totalidad de los miembros del Patronato, incluido el propio Ayuntamiento de la ciudad de Toledo.
El 29 de mayo de 2012, en la penúltima reunión del Patronato de Farcama, el Gobierno de Castilla-La Mancha, en su condición de presidente, instó a todos los miembros a replantear la Feria, para evitar que la deuda siguiera creciendo de forma exponencial. El acta decía textualmente que «el hecho de pasar esas cuentas a un patrimonio neto negativo, ha de llevar a los representantes a la reflexión de buscar soluciones para corregir esa situación».
En estos momentos se tiene que hacer frente a 60.582 euros de coste del primer préstamo y a 73.568 del segundo, más una deuda con proveedores de 80.000 euros, lo que supone un coste de casi 215.000 euros sobre un presupuesto de 650.000 euros, o lo que es lo mismo, del presupuesto total de la feria hay que detraer 215.000 euros sólo para el pago de préstamos y proveedores.
A este coste habría que añadir los 300.000 euros que cuesta el «alquiler» de las carpas de Farcama durante 10 días, lo que supone que cada día de Feria hay que pagar 30.000 euros por unas instalaciones que el Ayuntamiento usa de forma gratuita al menos durante cinco actividades al año.
Dicho de otra forma, mientras que a los artesanos de Castilla-La Mancha les cuestan las instalaciones 300.000 euros, el Ayuntamiento de Toledo pretendía ganar con ello 133.800 euros más la gratuidad del lugar para organizar sus actividades; unas condiciones que nadie ha aceptado y, por tanto, han obligado al Gobierno regional a buscar una alternativa para la celebración de la Feria.
Además, el Ayuntamiento de Toledo no paga su cuota como patrono alegando que lo aportaba en «especie», es decir, con refuerzos de autobuses y cediendo el suelo para que se lleve a cabo la Feria (algo que se ha demostrado falso, ya que el Ayuntamiento ha licitado el alquiler del suelo para la instalación de las carpas en La Peraleda). Por si fuera poco, el propio portavoz del Ayuntamiento, Rafael Perezagua, ha manifestado que «no cree que sea necesario realizar dispositivos especiales de autobuses para la realización de Farcama en el Alcázar».
APORTACIÓN DEL GOBIERNO REGIONAL
El Gobierno regional, por el contrario, aporta 250.000 euros para hacer frente a los costes de la Feria, mientras que las diputaciones muestran su apoyo con 101.000 euros. Por lo tanto, el único que se niega a realizar aportación económica es el Ayuntamiento de la ciudad donde se celebra la Feria, aunque los propios estatutos exigen que para formar parte del Patronato hay que colaborar económicamente.
En segundo lugar, las únicas declaraciones del alcalde de Toledo y de su equipo de Gobierno en torno a Farcama en los últimos meses ha sido la de poner en duda que la Feria se fuera a realizar en la ciudad de Toledo, aunque nunca se haya planteado la opción del cambio en ninguna de las reuniones celebradas.
Con estas acciones, el Gobierno de Castilla-La Mancha garantiza la continuidad de la Feria, que se seguirá llamando Farcama, que se celebrará en las mismas fechas y en la capital regional. El objetivo no es otro que garantizar la estabilidad de las cuentas y organizar una feria que realmente sea rentable para los artesanos.
Todo esto ha motivado que el Gobierno regional, para garantizar la celebración de la Feria y, sobre todo, para paliar las constantes pérdidas económicas de la misma, vaya a proponer al Patronato el traslado de la Feria a las instalaciones del Alcázar de Toledo y acometer un plan de saneamiento que garantice la viabilidad no sólo de este año, sino de los venideros, independientemente de que el Ayuntamiento siga en la misma línea que hasta ahora.
