Su implantación no estaba recogida en los precios que tenían para este período
El proyecto de ley de medidas tributarias aprobado el pasado 15 de febrero se queda en agua de borrajas, al menos de momento. La creación de tres nuevos impuestos en la comunidad -el de los envases, el de los vehículos rent a car y el de las grandes superficies-, así como la modificación de otros tributos ya existentes, rechazados de plano por los distintos sectores empresariales, entran así en dique seco hasta que concluya la temporada turística, tras haberlo decidido este lunes el Govern.
REUNIÓN CON EMPRESARIOS
Así lo han informado los consellers de Hacienda y Presupuestos, José Vicente Marí, y de Economía y Competitividad, Joaquín García. La decisión se adopta tras una reunión mantenida con los empresarios afectados y con los grupos parlamentarios.
Los primeros habían apuntado, entre otras cosas, que la implantación de estos impuestos no estaba recogido en los precios que tenían para esta temporada turística.
«EL GOVERN IMPROVISA»
El grupo parlamentario MÉS ha reaccionado al anuncio afirmando que esta circunstancia demuestra, a su juicio, que el Govern «improvisa y que su política económica es errática».
El diputado de la coalición econacionalista, David Abril, ha asegurado a los medios de comunicación que esperan que «esto sea la puerta para cambiar de política fiscal y establecer unos impuestos que impliquen que pague más quien más tenga».
Por su parte, el portavoz de su formación, Biel Barceló ha asegurado en rueda de prensa antes de conocer el anuncio del Govern que estos impuestos no son «verdes y se deben retirar» porque atacan al «consumo» y los pagarán directamente los ciudadanos porque no van a «los sectores con más capacidad económica».
«NO SE NOS CAEN LOS ANILLOS»
El grupo parlamentario ‘popular’ ha asegurado por su parte que no se les «caen los anillos» por aplazar los impuestos medioambientales y ha asegurado que la oposición «debería dar las gracias», ya que con esta decisión el Govern demuestra su «talante» y «ánimo de consenso».
La portavoz del PP en el Parlament, Mabel Cabrer, ha señalado que desde su formación apoyan la decisión del Ejecutivo autonómico de aplazar estos gravámenes «hasta después del verano» y, en este sentido, ha destacado que los cambios en el objetivo de déficit han abierto «una puerta que permite un margen de maniobra que no había hasta ahora».
Así, ha pedido a la portavoz del PSIB, Francina Armengol, que «no alarme a la sociedad por 58 millones de euros (lo que tienen previsto recaudar estas tasas)» y le ha exigido que «diga bien las cifras» ya que ésta ha señalado que los impuestos tenían previsto recaudar 115 millones.
«Ahora les preocupan 58 millones de euros, cuando ellos dejaban 1.000 millones de euros de agujero al año», ha añadido la portavoz de los ‘populares’ en el Hemiciclo a este respecto.