El can pudo recuperarse del golpe y salir corriendo, mientras los hinchas y demás jugadores mostraban su rechazo
El delantero del club argentino Bella Vista de Tucumán, José Jiménez, pasará a la posteridad no precisamente por sus cualidades con el balón, que sí por carecer de la más mínima sensibilidad y ser el estereotipo del energúmeno más despreciable.
Durante un encuentro que disputaba a modo de suplente contra el equipo de San Juan, en la liga de esa provincia, y nada más salir al campo, se percató de que un perro vagabundo asustado se había postrado en el terreno de juego moviendo la cola.
Ni corto ni perezoso, y dejando claro la pasta de que está hecho, lo agarró por el cuello como queriendo ahorcarlo y, con él a cuestas, lo lanzó contra la grada como si de un trapo se tratara.
Afortunadamente el pobre animal pudo recuperarse tras el golpe y salir corriendo, momento en que los hinchas y demás jugadores dejaron clara su postura de rechazo lanzándo objetos e insultándole , tal y como informa el diario El Observador.
El árbitro, ante tamaño despropósito, no pudo por menos que sacarle tarjeta roja y expulsarle, mientras el público protestaba cada vez con más ahínco.
Su equipo perdió el partido.