Luis Herrero: "No es machismo ni feminismo; es zafio, maleducado, pero no sexista, porque no se refleja una minusvaloración del sexo opuesto"
Era tema obligado en los debates nocturnos de radio y televisión y los tertulianos del ‘Gato al Agua’ entraron en tromba este 11 de junio de 2013. El asunto, por el perfil de sus protagonistas y por el léxico empleado, daba juego. A esas horas, pasadas ya las 10 de la noche, el concejal de Cambados (Pontevedra) Xaquín Charlín González ya había dimitido.
Charlín, que tiene espaldas anchas y presume de cargar con lo que sea, no soportó la andanada que le cayó encima, incluso desde las propias filas del BNG, tras llamar «chochito de oro» a la vicepresidenta del Gobierno.
Al concejal nacionalista no se le ocurrió otra gracia que calificar así a Soraya Sáenz de Santamaría -debido a los gastos de 40.000 euros en ginecología previstos por el Ministerio de Presidencia-, y pagó su precio, porque le empezaron a zurrar desde todos lados.
El ‘Gato al Agua’ preguntó a su audiencia si cree que debe estar permitido descalificar en política, sobre la tesis de que aguantar el insulto va aparejado al cargo, y los tertulianos se fueron retratando uno tras otro.
Javier Nart afirmó que el insulto del edil del BNG es propio de «personas que en vez de neuronas tienen testículos».
Recordando otro sonoro insulto, el que recibió Leire Pajín cuando era ministra (el alcalde de Valladolid aseguró que no iba a decir lo que pensaba que ella hacía con sus «morritos«), Nart comentó:
«Aunque Pajín es de una inanidad intelectual notoria, fue deleznable y tristísimo que un alcalde diese ese ejemplo».
Esther Esteban definió a Xaquín Charlín González como un «personaje de quinta, escatológico»:
«No debería estar en la cosa pública. Los políticos han de ser ejemplares y no comportarse como si estuviesen en la barra de un bar».
Esther pidió «tolerancia cero con el machismo»:
«No son comentarios sexistas, son machistas porque van dirigidos a mujeres con responsabilidades públicas, y las mujeres tardamos años en conseguir cosas que luego perdemos en un minuto».
Defendió que la gran mayoría de los ejemplos puestos en el vídeo que se vio en El ‘Gato al Agua’ eran de hombres insultando a mujeres.
«El peor machismo: el vergonzante, el de los progres que están en lo políticamente correcto y en su casa se comportan de forma machista».
La visión de Esther Esteban fue compartida por el socialista Luis Salvador.
Luis Herrero discrepó:
«No es machismo ni feminismo; es zafio, maleducado, pero no sexista, porque no se refleja una minusvaloración del sexo opuesto».
Germán Yanke también opinó sobre este asunto, definió al concejal como un «grosero» y se felicitó por el hecho de que «la reacción creada» haya logrado que dimitiese «en 24 horas».