El déficit de 7,8% con que se cerró 2011 es un "auténtico disparate fruto de la política socialista de creer que las deudas no se pagarán nunca"
Primero fue Federico Jimémez Losantos quien, sin saber aún aunque quizás adivinando que los datos del paro le iban a echar un capote, alabó la política económica de María Dolores de Cospedal y la puso como ejemplo a seguir por el resto de comunidades autónomas. No es fácil leer un artículo suyo con este tipo de alabanzas y de ahí su importancia.
Ayer, ya con los datos del desempleo sobre la mesa, fue la mismísima presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, quien reconoció en la cadena Cope que la reducción del déficit de Castilla-La Mancha llevado a cabo por María Dolores de Cospedal es «todo un récord que merece el aplauso de todos y que merece ser estudiado para después ser imitado por todas las administraciones». Al César lo que es del César.
Aguirre fue aún más lejos al asegurar que el «truco» es «tan sencillo que da vergüenza reconocer que es un gran hallazgo cuando descubrirlo estaba al alcance de todos, tan sencillo como gastar menos».
Durante su intervención destacó que el Gobierno de Cospedal consiguió cerrar el ejercicio 2012 con un déficit del 1,4 %, más de seis puntos menos que el 7,8 % con que se cerró 2011, que ha considerado «un auténtico disparate fruto de la política socialista de creer que las deudas no se pagaran nunca o peor aún, que la pagarán nuestros nietos o bisnietos». Algo que hemos criticado desde estas líneas hasta la saciedad y que nos ha llevado a la situación actual: no se puede llevar a cabo una política de cheque en blanco a sabiendas que no se va a poder pagar. Es hipotecar el futuro de generaciones.
Concluyó señalando que «es es verdad que al gastar menos algunos salen perjudicados pero la mayoría de los ciudadanos sale muy beneficiada porque cuando los gobiernos son austeros los ciudadanos son prósperos. Cospedal lo sabe y lo practica». Palabra de Aguirre.
