Los del 'nuevo' PP, por si las moscas, dicen que se colgará otra vez en caso de que se acepte el recurso contra los nueve meses
Se puede ahorrar ya el nacionalista Biel Barceló la molestia de presentar ante el Parlament una proposición para retirar el cuadro de Jaume Matas de la capilla del Consolat de Mar, algo que anunció en marzo del pasado año que iba a hacer si el mentado era condenado: ya lo ha hecho este martes el propio Govern.
Lo ha ordenado el presidente José Ramón Bauzá, el farmacéutico-alcalde que fue ‘empujado’ a la primera fila del PP balear desde la sombra por el protagonista del retrato que se ve ahora relegado a un trastero; ese mismo personaje, ahora en el poder, que en marzo de 2011 dio su visto bueno para que la abogacía de la Comunidad Autónoma solicitara para el expresidente del Govern balear ocho años de prisión y 23 años de inhabilitación. El mismo, también, que en las vísperas de las elecciones autonómicas trataba desesperado y sin dar la cara de que los medios lavaran la imagen de un ya denostado Matas.
Los tiempos, empero, cambiaron, a la par que sus intereses personales y, con ellos, una particular y para algunos reprobable visión que no podía verse empañada por ‘viejos reflejos’.
Y YA VEREMOS QUE DIJO UN CIEGO
Y como en esto de la política no hay que mojarse demasiado, no vaya a ser que algunas decisiones se trastoquen luego en equivocadas, los del ‘nuevo’ PP, esos que han venido en su mayoría de pueblos no tan lejanos, y algunos otros de la misma Palma de la mano del exdelegado José María Rodríguez -aunque algunos han ido cayendo como moscas- prefieren nadar y guardar la ropa y anuncian, como quien no quiere la cosa, que a lo mejor y en tanto se resuelva el posible recurso contra los nueve meses, «se podría ver de colgar de nuevo el cuadro» si prospera.
Condenado en marzo del pasado año a seis años de cárcel por un delito de fraude a la administración; un delito de falsedad en documento oficial; un delito de falsedad en documento mercantil; un delito de prevaricación en concurso con un delito de malversación y un delito de tráfico de influencias agravado, al otrora ministro de Medio Ambiente el Tribunal Supremo, les guste o no, le ha rebajado la pena.
Jaume Matas prefiere mientras tanto no opinar sobre estas ‘maniobras orquestales’, que sí sobre su satisfacción y «liberación» tras conocer el fallo del TS que le supone, a lo más seguro, no entrar en prisión. El tiempo, dice, pone las cosas en su sitio, aunque a algunos la espera se antoja cuando menos eterna.