El teléfono corporativo del conductor del Alvia, que no usó su móvil personal, desapareció en el siniestro y el juez ha ordenado el rastreo
Francisco José Garzón, el maquinista del Alvia imputado por 79 homicidios imprudentes, admitió ante el juez que se despistó totalmente y no acertó a frenar hasta que el tren ya estaba descarrilando.
Con serenidad y tono pausado, explicó: «El tren iba bien; la vía estaba bien. La culpa es mía. Me despisté».
Cuando el magistrado ordenó emitir las grabaciones de las llamadas de Garzón al centro 24 horas de Adif, realizadas desde la cabina del tren, el imputado se vino abajo y rompió a llorar al oír su voz y sus palabras.
El instructor, Luis Aláez, y el fiscal, Antonio Roma, le insistieron en los motivos de esa distracción, pero el conductor no fue capaz de ofrecer una respuesta coherente.
Como detalla Cruz Morcillo en ‘ABC‘, Garzón explicó que había dormido y comido bien, estaba descansado y no había bebido, tal y como confirmó la prueba de alcoholemia que se le practicó la noche del accidente.
El maquinista no trató de exculparse en ningún momento, sino todo lo contario.
Antes de empezar a declarar, la primera diligencia que ordenó el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago fue la revisión de su móvil personal para comprobar si se habían realizado o recibido llamadas o se habían enviado mensajes de texto, se había producido alguna conexión a redes sociales, etc. durante el tramo de cuatro kilómetros en el que Garzón debería haber reducido su velocidad y haber pasado de 190 km/h a 80.
El vaciado de este teléfono en sede judicial, según fuentes del caso, demostró que no lo había utilizado desde que asumió los mandos del convoy.
Pero el maquinista llevaba dos móviles: el personal y el corporativo, que portan todos los conductores de Renfe por si se produce alguna incidencia, como él mismo confirmó. Este teléfono no ha aparecido; probablemente quedó perdido como tantos otros en la devastación que sucedió al descarrilamiento del tren.
Por este motivo, el juez ha ordenado que se investigue el número, el tráfico de llamadas y toda la información contenida en el mismo para lo cual ya se ha solicitado la información a la compañía telefónica.