"Estoy realmente inspirado por las tribus maoríes y verdaderamente quería tener todos mis tribales marcados en la cara"
A Mathew Whelan, de Birmingham, no le queda ni un sólo resquicio para ponerse un tatuaje más.
Sin embargo aún le quedaba uno: su cara. Tras decidirse a ponerse otro en la córnea de su ojo izquierdo, de color negro, ya de paso se ha ‘rellenado’ todo el contorno sin importarle que para ello le hayan tenido que quemar todo el rostro.
Y es que el hombre ha tenido tatuajes desde los nueve años de edad, según da cuenta el ‘Daily Mail‘. Tiene así repartidas imágenes de serpientes, vampiros, escorpiones, e incluso el título de su programa favorito de televisión:
«Sé que es extremo, pero este es el modo de expresarme y mi estilo de vida elegido. Me encanta. Estoy realmente inspirado por las tribus maoríes y verdaderamente quería tener todos mis tribales marcados en la cara».
UN TERCER OJO
Recientemente este hombre, de 33 años, ha decidido que quiere un tercer ojo y otros tatuajes en 3D en la cara. Se trata de un procedimiento, la «escarificación», que implica el uso de una máquina quirúrgica eléctrica para quemar y cicatrizar la piel. Esta técnica hace que el tatuaje tenga relieve.
A pesar del olor de la piel quemada y el peligro de entrar en ‘shock’ debido al intenso dolor, este exluchador se sometió a la operación y está muy satisfecho con los resultados.
El británico, que prefiere ser llamado ‘Su Majestad Real Body Art, Rey de la Tierra Tinta’, ya se ha gastado más de 30.000 dólares para alterar su imagen corporal:
«No veo por qué alguien debe ser discriminado solo por la forma de presentarse. Creo que se trata de la necesidad de educar a la gente. Afortunadamente, tiendo a recibir más reacciones positivas que negativas de la gente, especialmente los niños están fascinados. A mí me gusta pensar en mí mismo como una obra de arte viva».