Por delitos de participación en organización terrorista, falsificación de documento oficial y tenencia de explosivos

Condenados a 18 y 10 años de cárcel cuatro terroristas de Resistencia Galega

Primera sentencia contra la organización independentista gallega

Condenados a 18 y 10 años de cárcel cuatro terroristas de Resistencia Galega
Eduardo Vigo, Roberto Rodríguez y Antón Santos. EFE

La Audiencia Nacional ha condenado a penas de entre 10 y 18 años de cárcel a los cuatro primeros miembros de Resistencia Galega juzgados por este tribunal, a los que se atribuyen los delitos de participación en organización terrorista, falsificación de documento oficial y tenencia de explosivos.

En una sentencia notificada este jueves, la Sección Tercera de la Sala de lo Penal impone 18 años de cárcel a Eduardo Vigo Domínguez y Roberto Domínguez Fiallega y otros 10 a Antón Santos Pérez y María Osorio López.

Vigo y Domínguez fueron detenidos el 30 de octubre de 2011 cuando la Policía Nacional detectó en la AP-9, en las proximidades de Santiago de Compostela, un coche en el que guardaban tres artefactos que se encontraban «preparados y temporizados para su explosión», según recoge la resolución judicial.

LA SENTENCIA

Según la sentencia, el 30 de noviembre de 2011 en la ciudad de Vigo, Roberto Rodríguez entregó a Eduardo Vigo tres termos metálicos cargados con 4,8 kilos de explosivo. Tras recoger los artefectos este se subió en su coche y fue interceptado por la policía cuando se detuvo en el peaje de la AP-9 en la localidad de Teo.

Los agentes comprobaron que los explosivos estaban preparados y temporizados para su colocación en un objetivo desconocido.

Esa misma tarde, los agentes registraron los domicilios de Vigo y Rodríguez, donde se halló numerosa documentación relacionada con la violencia independentista, bengalas, pelucas y ordenadores.

En un trastero del domicilio de Rodríguez, se encontraron una olla a presión con 3,2 kilos de explosivos, permisos de conducir y DNI falsificados.

Tres días después, se registró el domicilio de los otros dos condenados, María Osorio López y Antón Santos.

Allí se encontró un manual para encriptar las comunicaciones de la organización, documentos sobre posibles objetivos para sus ataques terroristas, un maletín con efectos para sabotear cajeros automáticos y fotografías de diversos atentados cometidos por la organización.

 

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