Parece que los esfuerzos del presidente de la Generalitat por transmitir una imagen platónica e irreal de las consecuencias de la independencia no han sido en vano y están dando resultados.
Es evidente que la ola empuja en un sentido, que obliga a los no nacionalistas a adoptar un perfil bajo y camuflarse en el paisaje catalán, pero el sondeo es una llamada de alarma y obliga al Gobierno Rajoy y a otros a tomar de una vez por todas una postura activa.
Y es más que evidente que ue los esfuerzos del presidente de la Generalitat por transmitir una imagen platónica e irreal de las consecuencias de la independencia no han sido en vano y están dando resultados.
Según el ObSERvatorio de MyWord para la Cadena SER, el 52% de los catalanes se declara abiertamente a favor de la independencia.
Hay un significativo 24% que se atreve a decir a los encuestadores que votaría en contra.
Un 15,9% adopta la prudente táctica de decir que no tiene decidido su voto o simplemente no quiere revelar que votaría, y un 7,7% anuncia que se abstendría.
Disminuye muy poco el apoyo a la independencia si hubiera un acuerdo de mejora de financiación similar al del Concierto Vasco.
Si Cataluña y España acordasen una mejora del sistema de financiación el voto a favor de la independencia seguiría siendo mayoritario, aunque en porcentaje bajaría hasta el 46,8%. En este supuesto, el 27% de los catalanes votaría en contra.
También baja poco el apoyo a la independencia cuando se pregunta el signo del voto si eso representara quedar fuera de la Unión Europea.
Tras la masiva cadena humana de la Diada, quedó demostrado que Artur Mas tiene un gran respaldo ciudadano detrás de su órdago rupturista pero hay un obstáculo que se le resiste, como le recuerdan no sólo el Gobierno y el PP, sino también Bruselas: la Unión Europea.
A pesar de las advertencias europeas, Mas se limita a señalar que las amenazas de quedarse fuera de la Unión sólo forman parte del «discurso del miedo» españolista y los partidos nacionales insisten en que el presidente de la Generalitat no cuenta la verdad a sus ciudadanos de lo que significaría una posible independencia.
Tanto es así, que hoy por hoy más de la mitad de los catalanes (el 50,2%) sigue convencido de que una Cataluña independiente no sería expulsada de la Unión Europea.
Roza la mayoría, un 47,4% de los catalanes, serian favorables a la independencia aunque esto representara que Cataluña se queda fuera de la Unión. En este caso, en contra votaría también un 27%.
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