Precisamente Vaquero sintetizó con su actitud, creo que sin querer, el abismo que separa en la actualidad a un partido de otro
Si en boca cerrada no entran moscas por lo que pueda pasar, el secretario de Organización del PSOE, Jesús Fernández Vaquero, lo tiene que estar pasando realmente mal esta mañana. Y no porque cada vez que hable suba el pan, que también, sino porque en un alarde de irresponsabilidad política sólo comparable a las salidas de tono de su jefe de filas, Emiliano García-Page, pedía ayer la dimisión de la presidenta regional y la celebración de elecciones escudándose en el caso Bárcenas. Horas después se confirmaba el escándalo y conocíamos que el que fuera portavoz de la Diputación provincial de Toledo, José Gutiérrez, está imputado por un presunto fraude relacionado con la compra millonaria de bolsas de basura y bombillas, muy por encima de su precio, que duermen el sueño de los justos en los almacenes de la institución provincial.
El PSOE es así. Si no tuvo sentido de Estado cuando ocupó – y destrozó – el Gobierno de España, si no se acercó al sentido de la Región durante los 28 años en los que engañó a los castellano-manchegos haciéndonos creer que gestionaban la cosa pública, ¿cómo le vamos a pedir que deje de mirarse el ombligo y arrime el hombro ahora? Se agarran a lo que diga un preso sin ninguna credibilidad porque les va la vida en ello y no dudan en dejar la imagen de la región por los suelos.
Un partido político con bases y un proyecto claro hubiera dado un puñetazo en la mesa y hubiera apoyado la demanda interpuesta por María Dolores de Cospedal contra Luis Bárcenas. «Con el honor de nuestra presidenta no se juega porque con él va el de toda una región», hubieran podido alegar con razón porque olvidan a propósito que difamar a una persona sin pruebas es muy fácil. Lo complicado es demostrarlo si careces de pruebas.
Precisamente Vaquero sintetizó con su actitud, creo que sin querer, el abismo que separa en la actualidad a un partido de otro, una forma de actuar con otra. Mientras el socialista daba buena cuenta de su osadía al pedir elecciones anticipadas (¿pero realmente cree que tienen algo que hacer?) y a las pocas horas conocíamos que uno de sus pesos pesados en Toledo estaba imputado por fraude, la presidenta del Gobierno regional protagonizaba una maratoniana jornada en Madrid anunciando en el Senado la I Cumbre Internacional del Vino y presentando a los empresarios el suelo industrial del que dispone la región. Mientras unos se miran el ombligo otros no descansan para sacar a la región del hoyo al que nos empujaron. Y es que a veces es mejor tener la boca cerrada, por si acaso.
