El fututo de Juan Ávila depende de lo que su jefe decida porque no parece que los conquenses vayan a renovar su confianza en él
La indefinición tiene un coste que tarde o temprano hay que pagar, no sale gratis, y en política el día de pago suele llegar con las elecciones. El electorado, la gente, usted y yo, quiere ver en los políticos personas resolutivas, íntegras, y con las ideas claras. Que sepan exactamente dónde van y que, en definitiva, ni mareen ni aburran al personal.
Precisamente en el mar de la indefinición encontramos nadando al secretario regional del PSOE, Emiliano García-Page, que está haciendo de ese «no sé, ya veremos» un arte que trae por la calle de la amargura a los suyos. Nada y guarda la ropa en lugar seguro porque juega con la ventaja que da el ser el jefe de los socialistas en Castilla-La Mancha y como no tiene oficio conocido y ya ha dicho que no volverá a presentarse a la Alcaldía de Toledo, aprovecha la situación para mover bien sus cartas y poder colocarse otros cuatro años más a costa del erario público. Y ya van…. , toda una vida.
Desde la orilla observan con estupor los sufridos socialistas como nada Page y, de momento, aplauden todo lo que dice su jefe sin rechistar. Uno de ellos, sin embargo, parece más atento que los demás a los movimientos del alcalde de Toledo en ocasiones. Se le nota tenso y no sabemos bien si quiere que siga nadando mar adentro, que se lo coma un tiburón o que vuelva a la orilla. Es el alcalde de Cuenca, Juan Ávila, otro que como el mismo Page ha vivido toda la vida de la política y que a día de hoy no sabe qué será de él tras las próximas elecciones ya que no parece que los conquenses vuelvan a depositar en él su confianza. Su futuro, por tanto, depende de lo que su jefe decida porque hay voces que le sitúan directamente en política regional en caso de que alguien se fije en Page para trabajar en Madrid.
Precisamente, el alcalde de Azuqueca de Henares, Pablo Bellido, apunta en una entrevista en encastillalamancha.es esta posibilidad y califica de «muy preparado» a Ávila. Cuando el río suena….
La indefinición es lo que tiene y cuando uno necesita de la política para vivir puede crear malos compañeros de viaje…., y de partido.
