No es irrelevante, para entenderles, que su canción Cannabis, reivindicando y apoyando la legalización de la marihuana, fue su trampolín para conseguir cierta popularidad marginal en España y Sudamérica
Ni la cara es el espejo del alma, por mucho que se repita el refrán, ni el nombre te marca para siempre, auqnue en el caso de ‘Pulpul‘, el primer apellido da ya algunas pistas. Roberto Gañán Ojea -alias ‘Pulpul‘- es el vocalista y segunda guitarra del grupo español Ska-P.
Cuenta la Wikipedia que el tipo nació en Madrid el 20 de febrero de 1971,1 y se crio en el barrio de Belmonte, del cual «tiene sus mejores recuerdos y sus vivencias más felices», según afirma en su autobiografía publicada en la página web de Ska-P.
Su afición por la música comenzó a sus 12 años de edad. Comenzó a escuchar a los grupos de vascos punk como Barricada, La Polla y Kortatu, entre otros.
Lo demás, contando una canción homenaje al Rayo Vallecano, es lo habity¡ual de bandas y sujetos de esa naturaleza: giras por provincias a cuenta de ayuntamientos papanatas, aguna salida al exterior para pillar lo que sea y gestos ampulosos para hacerse notar.
El último, como recoge con gran alharaca ‘e-Noticias’ -«Un grupo madrileño grita ‘Visca Catalunya lliure'»– ha sido ponerse a berrear a favor de la independencia catalana durante un concierto en el Southside Festival 2013 de Alemania. Había en el recinto más de 70.000 personas, en las que Ska-P eran meros teloneros de relleno.
El grupo, en su cuenta de Twitter, se muestra a favor de la independencia de Cataluña.
Un seguidor les pregunta si «está a favor de la independencia de Cataluña» y ellos contestan que «¡totalmente a favor! ¡De Catalunya y de todo cristo…!».
Pulpul y sus cuates se han declarado oficialmente como grupo pro-animalista y antitaurino con canciones como Vergüenza y su apoyo a la prohibición de las corridas en Cataluña.
Las letras de sus canciones cargan contra el capitalismo, el nacionalsocialismo, el fascismo, el sionismo, el imperialismo, el racismo, el especismo y un montón de ‘ismos‘.
Afirman respaldar los derechos humanos y los de los animales, el veganismo, el ecologismo, el anarquismo y el anarcosindicalismo.
No es irrelevante, para entenderles, que su canción Cannabis, reivindicando y apoyando la legalización de la marihuana, fue su trampolín para conseguir cierta popularidad marginal en España y Sudamérica. Ahora quieren pillar contratos en la Cataluña de Artur Mas y Oriol Junqueras.