Según AS, el consejo del Betis no vería un problema económico destituir al entrenador madrileño, a pesar de que su contrato esté pactado hasta 2017. Pero, la rescisión de contrato solo supondría pagarle un año en vigor. «Ni dos, ni tres millones de euros, bastante menos», aseguran desde el club de heliópolis.
A pesar de que Mel quiere continuar frente al banquillo bético, la derrota en el derbi y la posición de colista le dejan muy tocado. El próximo partido ante el Rayo se presume vital.