La tensión llegó a tal extremo que se generó un tumulto en el pasillo de butacas, con empujones, agarrones, forcejeos y amenazas entre varios de los asistentes
Suena a epitafio y es la frase con la que Alejandro Tercero comienza su artículo en ‘Crónica Global’: «Lo han conseguido».
La fractura social empieza a ser una realidad en Cataluña. El proyecto independentista promovido por Artur Mas y por Oriol Junqueras ha dividido a la sociedad catalana por la mitad y, pese a que todo apunta a que la hoja de ruta está condenada al fracaso, lo que es seguro es que la tensión, la crispación y el enfrentamiento entre ciudadanos están aquí para quedarse, y probablemente por mucho tiempo.
Un ejemplo de la hostilidad que algunos dirigentes independentistas y nacionalistas han conseguido inocular con éxito -e impunemente- en la sociedad catalana se pudo comprobar este martes durante un debate organizado por Reagrupament en el Auditorio Municipal de Tarrasa con el título «¿Hay alternativa a la independencia?«, y que acabó con el público enfrentado entre sí.
En el escenario, presidido por una estelada, representantes de siete formaciones políticas tenían previsto responder a esa pregunta, moderados por el director de Nació Digital, Salvador Cot. Allí estaban Josep Rull (CiU), Marc Sanglas (ERC), Javier López (juventudes del PSC), Juan Milián (PP), Laura Massana (ICV-EUiA), Jordi Cañas (C’s) y Joan Carretero (RCat).
«¡Que eres un terrorista!»
Cuando Cañas estaba en el uso de la palabra, una persona del público le interrumpió al grito de «¡terrorista!».
Él, dirigiéndose a esa persona, preguntó: «¿Qué ha dicho usted? ¿que soy un terrorista?».
Y el asistente, le confirmó: «¡Que eres un terrorista!».
En ese momento, el portavoz parlamentario de Ciudadanos se levantó, recogió sus cosas y, tras despedise del moderador -quien intentó convencerle de que no se marchase-, abandonó el debate.
El representante del PP tomó el mismo camino, y con ellos una buena parte del medio centenar de personas que formaban el público.
A partir de ahí, aplausos, gritos y discusiones entre el público, mientras Cot intentaba poner orden, sin éxito.
La tensión llegó a tal extremo que se generó un tumulto en el pasillo de butacas, con empujones, agarrones, forcejeos y amenazas entre varios de los asistentes.
En el vídeo registrado por TalQualTV, una vez calmada la situación, todavía se puede escuchar a alguno de los asistentes justificando las acusaciones de «terrorista» a Cañas.
«Se ha de respetar. No se puede acusar a una persona de terrorista», señala un periodista.
«Si lo es, ¿por qué no?», responde convencido uno de los asistentes.
Minutos después (y una vez que Cot ordenó la expulsión de la persona que insultó a Cañas), el debate continuó. Sin embargo, una parte de la ciudadanía de Cataluña ya no estaba representada en él.