Rompieron a pedradas las cristaleras

Ultras nacionalistas catalanes atacan la sede de Ciudadanos en Barcelona

Es el enésimo ataque que sufren los de Albert Rivera

Ultras nacionalistas catalanes atacan la sede de Ciudadanos en Barcelona
La cristalera rota en la sede de Ciudadanos. CS

En los últimos tiempos se han intensificado las agresiones y las intimidaciones a los partidos no nacionalistas en Cataluña

Este domingo, 1 de diciembre de 2013, la sede central de Ciudadanos, situada en la Gran Vía de Barcelona, ha amanecido con varios de sus cristales rotos por el lanzamiento de piedras.

El secretario general y portavoz del partido, Matías Alonso, ha denunciado lo que considera «un nuevo intento de coacción que, como los anteriores y cuantos puedan suceder en el futuro, resulta totalmente inútil» porque «pese a las amenazas, las coacciones y los ataques continuados a la esencia de la democracia, C’s seguirá comprometido en la defensa de la libertad, la igualdad, la solidaridad y la unión en España frente a quienes pretenden subvertirla desde cualquier ámbito».

«Los cobardes intolerantes que han atacado nuestra sede pierden el tiempo», ha insistido, y ha asegurado que su partido «no abdicará de sus convicciones democráticas» y «no se dejará amedrentar por los que se cobijan bajo el paraguas extremista de CiU, ERC o cualquier otra formación política que haga de la ruptura de Cataluña con el conjunto de España su principal objetivo».

En el punto de mira del nacionalismo violento

En los últimos tiempos, la intensificación del discurso independentista ha ido acompañada de forma paralela por un incremento de los ataques a sedes y a los militantes de los partidos no nacionalistas en Cataluña, y Ciudadanos es un objetivo destacado para los violentos.

En julio, esta misma sede recibió varios impactos de pintura roja. Unos días antes, una miembro del Consejo General y de las juventudes de Ciudadanos fue agredida en Morell (Tarragona) al grito de «eres una fascista como todos los que representan a tu partido, españolitos».

La víctima, una joven de 20 años, recibió un puñetazo durante la celebración de una fiesta popular en el citado municipio, después de que el agresor la identificara como militante del partido. El pasado 20 de noviembre, su coche apareció con restos de excrementos en las manetas.

La sede de Ciudadanos en Gerona ha recibido cuatro ataques desde su inauguración en el mes de junio de 2012, el primero de ellos tuvo lugar a las pocas horas de su apertura.

El pasado 11 de abril, el líder de la formación naranja, Albert Rivera, fue víctima de un escrache organizado por la CUP que, aunque anulado en el último momento, fue secundado por algunos radicales.

Por esas fechas, la persiana del comercio en el que trabaja el responsable de comunicación de Ciudadanos en El Prat de Llobregat (Barcelona) apareció en dos ocasiones con pintadas en las que se le acusaba de «fascista» y «estafador».

Y, el pasado 23 de abril, cinco jóvenes agredieron al coordinador de Ciudadanos en Lérida y causaron destrozos en la carpa instalada por la formación en la calle con motivo de la festividad de Sant Jordi, unos hechos por los que hubo un detenido y varios imputados.

Estrategia de intimidación contra UPyD

A pesar de no tener representación en la Cámara autonómica, UPyD tampoco se libra de las ofensivas de los nacionalistas, y no es extraño que su sede amanezca con los cristales rotos. El pasado 4 de abril, los vándalos se conformaron con romper el cartel de la puerta.

Este jueves, en cambio, las intimidaciones fueron más allá y una treintena de miembros de la organización radical estudiantil Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC) tomaron a la fuerza la sede.

Durante el asalto causaron lesiones de levedad al único empleado que estaba en las oficinas. Los Mossos d’Esquadra identificaron a los violentos, pero no realizaron ninguna detención.

Los asaltantes justificaron su acción por la imputación de cinco de sus afiliados por las agresiones cometidas contra la líder de UPyD, Rosa Díez, cuando iba a pronunciar una conferencia en la Universidad Autonóma de Barcelona (UAB) en marzo de 2010. Entonces, Díez tuvo que refugiarse en una sala protegida y, posteriormente, ser evacuada de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología mientras decenas de radicales independentistas le perseguían y le lanzaban objetos al grito de «fascista».

Ataques reiterados al PSC

El PSC es uno de los partidos más castigados por independentistas y nacionalistas en Cataluña. El pasado 13 de octubre, dos miembros de la Joventut Socialista de Catalunya (las juventudes del PSC) fueron agredidos por un grupo de personas al grito de «independencia» que asaltaron la sede del partido en el distrito barcelonés de Les Corts.

El 27 de septiembre, la sede del PSC en Sant Adrià de Besós (Barcelona) amaneció con una advertencia: una pintada en su puerta metálica rezaba «fuera de Cataluña». El grafiti iba acompañado de una estelada y estaba firmado por Arran, la entidad independentista radical juvenil surgida de la fusión de Maulets, CAJEI y otros grupúsculos.

Los responsables de la agrupación del PSC en Vilassar de Dalt (Barcelona) decidieron en junio pasado no borrar las pintadas que les tildaban de nazis. En agosto, todavía seguían en su fachada, incluida la estelada que aparecía a modo de firma de los insultos. En otras ocasiones los ataques han incluido la rotura de los cristales.

A finales de julio, Arran atacó la sede del PSC en Sant Boi (Barcelona), acusándoles de «españolistas». El pasado 23 de marzo, unos desconocidos realizaron pintadas en la sede del PSC en el Ayuntamiento de Gerona en las que tildaban a la líder local de la formación, Pia Bosch, de «española», y situaban su cara en el centro de una diana junto a una estelada.

En octubre de 2012, unos encapuchados asaltaron el local del PSC en Ciutat Vella y dejaron como firma una estelada pintada.

En noviembre de 2011, dos días antes de las elecciones generales, unos encapuchados destrozaron los cristales de la delegación del PSC en el distrito barcelonés de Nou Barris, a plena luz del día, pintaron la fachada con el lema «Fuego a los políticos, muerte al Estado», e intentaron prenderla fuego.

El PP, principal objetivo

El PP es otro de los partidos que más agresiones recibe en Cataluña. El 28 de octubre la sede popular en el barrio barcelonés de Les Corts amaneció con una pintada acusando al PP de «Fascistas». Dos semanas antes, otra pintada rezaba «Fuera fascistas». Esta sede acumula más de dos decenas de ataques en los últimos cinco años.

A finales de julio, la sede en Sant Boi (Barcelona) fue atacada por Arran. A finales del pasado mes de junio aparecieron pintadas contra los populares en su sede de Lérida.

En mayo, unos desconocidos plasmaron amenazas y dibujaron esteladas en la sede del partido en Sant Boi, incluyendo lemas en favor de la organización terrorista ya desaparecida Terra Lliure.

Ese mismo mes, un grupo de encapuchados reventaron los cristales de la sede del PP de Mataró y causaron serios destrozos en el interior. En marzo pasado los ataques se produjeron de forma coordinada en una decena de sus sedes, lo que incluyó pintadas amenazadoras en las fachadas.

En marzo de 2012, un grupo de radicales destrozó la sede popular en Olot. En febrero de 2012, fueron atacadas las sedes de Sant Cugat y de Esplugues de Llobregat.

En noviembre de 2011, unos desconocidos atacaron simultáneamente varias sedes de Barcelona. En los últimos años, las agresiones se han repetido en las delegaciones del distrito de Les Corts (Barcelona), Mataró, Reus, Tarragona, Barberà del Vallés y en la del distrito de Gracia de Barcelona, entre otras.

Ataques a partidos nacionalistas

Aunque en menor grado, los partidos nacionalistas o independentistas también han sufrido agresiones. En junio de 2012, varias sedes de CDC fueron atacadas simultáneamente en una acción coordinada. En abril pasado, Arran tapió la entrada de la sede de CDC en el barrio de Gracia de Barcelona como «respuesta» al desalojo de una finca ocupada por colectivos antisistema.

Y en octubre de 2012, el domicilio del único concejal de ERC en Cunit (Tarragona) amaneció con esvásticas pintadas en la puerta de su garaje. Más grave fue el asalto de un grupo de ultras a la sede de la Generalidad en Madrid durante la pasada Diada, registrándose varios heridos.

Por otra parte, la fractura social empieza a ser una realidad en Cataluña, y ya es constatable la tensión, la crispación y el enfrentamiento entre ciudadanos.

En este sentido, un debate sobre la hipotética secesión de Cataluña celebrado en el Auditorio Municipal de Tarrasa el martes pasado acabó con enfrentamientos entre el público asistente.

Poco antes, el diputado autonómico de Ciudadanos Jordi Cañas abandonó el escenario al recibir los insultos de un espectador, que le espetó: «¡Eres un terrorista!».

 

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