La víctima ha sido trasladada en una ambulancia al Hospital Son Espases, donde se encuentra fuera de peligro
Mientras ellos brindan con champán desde su burbuja aislados de todos, deseando con un deje de choteo felices navidades ajenos al rubor desde sus fastuosos salones de moqueta roja, sobre esos multicolores reflejos que emanan de su repugnante gestión, la gente de a pie, los ciudadanos que les dieron el poder en las urnas, las pasan canutas en un drama que no cesa.
PROMESAS ROTAS
Los papeles de los juzgados no entienden de fechas, ni de sentimientos, ni de lo que es vivir con la angustia atenazada al cuello.
Porque, a pesar de las promesas del alcalde de Palma, Mateo Isern, de que no se iban a ejecutar más desahucios en la ciudad, a pesar de las buenas palabras del Gobierno y de todas las milongas habidas y por haber, la verdad es que las requistorias de embargo no cesan ni de noche ni de día.
EN EL BALCÓN TE ESPERO DESANGRÁNDOME
Este miércoles 18 de diciembre un hombre de 52 años ha esperado en Palma a la comisión judicial sentado en el balcón de su vivienda de la calle Francesc i Fiol. Tenía las muñecas abiertas y estaba desangrándose. Iban a desahuciarle a las diez de la mañana por no haber pagado la hipoteca, y ha decidido cortar por lo sano.
Tras acceder por una ventana ya que nadie les abría la puerta a pesar de sus timbrazos, los funcionarios del juzgado han tenido el detalle, eso sí, de aplicarle una primera asistencia para evitar males mayores y han avisado a la policía y a los servicios de emergencias para, después, decidir en un alarde de generosidad -o pánico por el qué dirán- suspender la ejecución.
Tras ser atendido por personal de una UVI móvil del 061, el hombre ha sido trasladado en una ambulancia de soporte vital básico al Hospital Son Espases, donde ha sido atendido por la hemorragia y se encuentra fuera de peligro.
El Cuerpo Nacional de Policía ha calificado el suceso de tentativa de suicidio, según ha informado la Jefatura Superior de Baleares.
¡Felices fiestas y muchas gracias!