… TV3, convertida en el órgano de propaganda y conformación ideológica al servicio de la “construcción nacional”, continúa e intensifica la campaña de manipulación nacionalista, el día de navidad y San Estaban (festivo en Cataluña) nos ha “regalado” con dos horas diarias reponiendo el “Concierto por la Libertad”…
A medida que avanza el proyecto independentista, lo que los iniciados en los misterios nacionalistas denominan “el Proceso”, a medida que nos adentramos en el momento de la realidad, en el terreno de la política, de las dificultades, cuando se abandona esa virtualidad imaginada, la manipulación mediática se hace más burda, más intensa y, de alguna manera, más evidente.
Si los trabajadores de la televisión pública decidieron hacer una extraña huelga para defender lo que consideran sus derechos vulnerados, casualmente dicho paro afectó al discurso del Rey, los catalanes no tuvimos la ocasión de escuchar el discurso a través de una televisión que pagamos todo, cosa que se llevó el aplauso del portavoz de ERC en el Congreso.
De este episodio, y si se me permite la digresión, cabrían destacar dos interpretaciones, esta huelga es una instrumentalización política más de un sindicalismo más propio del verticalismo de otros tiempos, un sindicalismo abducido (y económicamente dependiente) por el mantra nacionalista.
La segunda interpretación es más inocente pero igualmente llamativa de lo que ocurre en Cataluña, del servilismo que impregna toda la sociedad, esto es, si los trabajadores de TV3 querían hacer una huelga por motivos laborales, ¿por qué no hicieron la huelga durante la entrevista a Artur Mas?, ¿acaso no es el gobierno de Artur Mas el responsable de esos supuestos recortes en la cadena pública de televisión?, ¿o es que la culpa de lo que ocurre de TV3 también es de “Madrid” (o del Rey, en este caso)?…
Mientras tanto TV3, convertida en el órgano de propaganda y conformación ideológica al servicio de la “construcción nacional”, continúa e intensifica la campaña de manipulación nacionalista, el día de navidad y San Estaban (festivo en Cataluña) nos ha “regalado” con dos horas diarias reponiendo el “Concierto por la Libertad”, aquél que clamaba por la “libertad” pero en verdad solo pedía independencia, un evento privado emitido en directo durante más de seis horas en prime time por TV3.
Pero esta campaña de manipulación político/ideológica no se limita a los grandes medios de comunicación, las tendencias totalitarias del nacionalismo hacen que su relato abarque todos los ámbitos, su objetivo es que el paradigma nacionalista aparezca como el único y unívoco universo de reconocimiento, por ello la manipulación no se “limita” a televisiones, radios, prensa escrita o digital de ámbito catalán.
También lo encontramos en la prensa local, es un segundo escalón que usa dispositivos rituales restringidos en los que repite el arquetipo y el relato nacionalista, como ejemplo pondré lo que ocurre en mi ciudad, Sant Cugat del Vallés, tenemos un diario semanal denominado Tot Sant Cugat, en el que todas las semanas aparece la propaganda nacionalista.
Esta semana, entre inocentes noticias locales, encontramos la habitual columna de Òmnium Cultural (la ANC suele tener este mismo privilegio), la primera noticia es la convocatoria de la consulta para el 9 de noviembre de 2014 (junto a la bandera independentista), se recuerda una conferencia del grupo independentista Súmate y “la encuesta” a los lectores repite la ideada por Artur Mas para su consulta ilegal…
Como ven, y quizás se sorprendan los lectores del resto de España, los catalanes sufrimos una especie de manipulación política total, abarca todos los medios de comunicación posible (todo ello con dinero público), tratan de imponer una ideología haciéndola pasar por una especie de sentido común, a través de lo simbólico machaconamente repetido pretenden que interioricemos lo ideológico, vivimos en una irrespirable espiral de manipulación totalitaria de la que es muy difícil escapar.