Se la restregará por la cara al presidente del Govern cada vez que tenga a bien acercarse al 'díscolo' pueblo, como un soplamocos que a enjuagar viniera su cabreo supino
En noviembre de 2012 el ‘popular’ alcalde de Inca, Rafel Torres, le dio una estocada en todo lo alto a su antecesor en el cargo, Pere Rotger. Lo hizo con su declaración ante el juez por el caso Over Marketing.
La contratación de unas encuestas sobre la calidad de vida en el municipio con cargo a la citada empresa, le pasó al segundo no la factura que fue pagada, que ascendía a 20.300 euros, sino un ‘recibo’ en forma de imputación. A Rotger no le quedó otra más que dimitir como presidente del Parlament balear.
Su ‘dedo acusador’, el mismo que forma parte de esa ávida mano que nunca tuvo el menor deseo de soltar la vara de mando, se lo acaba de meter ahora a fondo en el ojo del presidente del Govern, José Ramón Bauzá, que ha visto cómo el alcalde de marras se pasa por el forro esa Ley de Símbolos de la que está tan orgulloso, y que es ya bandera política de una particular y arriesgada cruzada.
APOYO A UNA MOCIÓN DE MÉS, CON PUNTUALIZACIONES PARA DESPISTAR
Y esa que, por raro que parezca, este viernes 27 de diciembre de 2013 el equipo de gobierno de Inca, el del PP mire usted, ha aprobado declarar la señera cuatribarrada y su lazo como símbolo oficial de interés local. Y todo ello a petición del grupo municipal MÉS…
Dice Torres que no se puede ir «en contra del escudo y la bandera de nuestro municipio, en los que hay una señera», argumento que se toma cuanto menos a cachondeo el socialista Francesc Xavier Ramis, que pese a estar contento con la decisión, no acaba de creerse este apoyo a los nacionalistas por parte de la formación ‘popular’.
Lo mismo da que no se hayan declarado también como símbolos oficiales de interés local todas las manifestaciones simbólicas aprobadas por los centros escolares del municipio. No importa. Es un detalle que puede saltarse en cualquier momento a la torera.
El caso es que la señera se le restregará por la cara al presidente del Govern cada vez que tenga a bien acercarse al ‘díscolo’ pueblo, como un soplamocos que a enjuagar viniera su cabreo supino.
A LA CALLE CUANDO MENOS SE LO ESPERE
Para muchos Torres tiene los días contados. «Se ha pasado tres pueblos». Lo mismo dentro de poco podrá solazarse tan sólo con el retablo de 1373 de Santa Maria la Major que exhibe, a los pies de la Virgen, el escudo de Inca con las barras de Aragón y el perro lebrel.
No le quedará quizás más remedio. Quién sabe en esta azarosa legislatura donde el PP despide a diestro y siniestro sin importarle el qué dirán ni las consecuencias.
El artículo 4.2 de la citada Ley, que autoriza los «símbolos representativos de declaraciones oficiales de interés local, autonómico, nacional o internacional», puede que deje un resquicio a la duda, aunque el mismo está ciertamente lleno de afilados cortes que pueden servir de guillotina al más pintado, por muy ‘justiciero’ y cumplidor que en su día haya sido.