"La destitución se ha producido por motivos de organización interna"
La jefa de prensa de la Conselleria de Educación, Cultura y Universidades del Govern balear, Patricia Moreno Ruiz-Olalde, ha sido despedida este viernes 24 de enero de 2014 por el departamento de comunicación del partido -cuya cabeza visible es Sonia Navas-.
Núria Riera, portavoz del Ejecutivo autonómico, ha aducido que se trata de una «reorganización interna» del citado departamento, negando tener «más información» al respecto.
CUANTO MÁS MUDOS, MEJOR
La licenciada en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca, y que estaba en el cargo desde el principio de la legislatura junto a Rafael Bosch, ha cometido un error imperdonable: tener personalidad y no hacer como la mayoría de sus compañeros, es decir, estarse callado en segunda o tercera línea cubriendo las apariencias.
‘Tuitera’ empedernida -cualquiera podía comprobarlo desde las seis de la mañana todos los días- ha defendido a ultranza el famoso TIL contra viento y marea. Esto le ha costado el puesto por raro que parezca.
POLÍTICA JESUÍTICA
Desde una política ‘jesuítica’ como la que impera en el PP balear -la de la doble moral- no está bien visto que se haga hincapié en temas ‘polémicos‘.
Aunque los mismos hayan sido impulsados por sus filas, y hayan sacado de quicio al más pintado, son tabú. No importa apenas nada más. Como si te quieres romper los cuernos trabajando 20 horas diarias.
Temas como la inmigración, la sanidad o éste que nos ocupa, no caben en boca ‘popular‘ alguna, excepto si no hay otro remedio, y los ‘bocazas’, (por llamarlos de alguna manera), acaban todos en la calle con cara de asombro.
UNA BUENA POFESIONAL
Patricia Moreno es una buena profesional. Es la verdad. Por encima de cualquier consideración que merezca su ‘forma de hacer’, lo ha demostrado durante largo tiempo.
Sus puntos de vista pueden ser compartidos o no, pero nadie puede negar que sus ideas han ido siempre a la par que sus principios, y así los ha plasmado siempre sin importarle el qué dirán.
Hoy no se lleva ser demasiado claro. No conviene. Da miedo. Es posiblemente un grave error de estrategia.
La sociedad civil parece haberse acostumbrado ya a las frases manidas, a una estructura de pensamiento que viene impuesta sobre todo por la casta política, y que margina y ‘despeña’ por el abismo del olvido a quien osa ‘columpiarse’ con los pies fuera de tiesto.
Es lo que le ha pasado a ella. Ni más ni menos.