Sea como fuere el caso es que el Govern balear deberá devolver 20.000 euros del ala
Mientras el Tribunal Superior de Justicia de Baleares espera a que el Govern presente el anunciado recurso, con el ánimo de no devolver los 20.000 euros que figuran como un «despropósito» y que suponen el montante ‘de más’ que se han embolsado los cargos de confianza de Bauzá, -que ahora en vez de seis parece que son cuatro-, se sigue gastando dinero público a raudales.
A José Ramón Bauzá parece que no le duelen prendas a la hora de seguir pagando la defensa a ultranza de lo que a él, -y desde luego a sus colaboradores-, no le parece un incremento del sueldo, sino algo de justicia que se sustenta tan sólo en que Antich era aún más derrochador.
LOS PROTAGONISTAS
Los protagonistas que en teoría deberán devolver entre 4.000 y 6.000 euros por cabeza, son en realidad difíciles de ‘dilucidar’ ya que, puestos a examinar el caso con lupa, se ve el tema cuando menos ‘borroso’.
Y la razón estriba en un lío monumental que se formaron en el Gabinete de Presidencia a la hora de rellenar los formularios de rigor tras algunas sustituciones.
El caso es que Martí Juaneda, jefe de la oficina de coordinación, es uno de ellos. Y todo porque sus más de 52.000 euros anuales no ‘cuadran’ con un antiguo asesor del inefable Antich.
Lo mismo pasa con la secretaria general de comunicación, Helena Rubí, a quien muy pocos conocen porque apenas se deja ver en lo que es toda una paradoja dado su cargo: se lleva más de 50.000, algo menos que la ‘desaparecida’ Gina Garcías. Otro ‘lapsus’ en la ‘hoja de ruta’ tiene la culpa.
OTRAS ‘PARDILLAS’
Las otras dos personas que siguen la senda del despropósito, en lo que se refiere claro está a los sueldos, son la antaño secretaria de Bauzá, Elvira Bonnail, que ya no ejerce como tal tras la »patada hacia arriba’ que le dieron tras el polémico nombramiento de su sustituta la miss, y su homóloga María José Vadillo.
Ambas se llevan a la sazón, y en conjunto, más de 80.000 euros del ala al año, aunque nadie sabe en realidad dónde han acabado aterrizando dado el desbarajuste, que sólo ahora ve claro la juez que ha firmado la sentencia del TSJB que les tiene en jaque, Carmen Frigola.