Unos minutos después de que el cliente abandonase el local, las empleadas se percataron de un fuego en la habitación
Los hechos tuvieron como escenario a una sala de masajes próxima a la Plaza de España de la capital balear, donde un ciudadano austríaco que ya ha sido detenido redujo el lugar a cenizas, como venganza por no haber tenido el ‘final feliz’ que esperaba tras el masajeo de turno.
El iracundo turista ha sido detenido en Palma por agentes de la Policía Nacional como presunto autor de un incendio premeditado, y se ha sabido ahora que el hecho ocurrió a finales del pasado enero, cuando el arrestado, de 47 años, se encontraba en una de las cabinas del centro para recibir un masaje con epílogo sexual.
NEGATIVA Y CABREO
La negativa de la masajista a satisfacer ese deseo puso histérico al cliente, quien acto seguido insultó al personal y amenazó con arruinar el negocio.
Unos minutos después de que el cliente abandonase el local, las empleadas se percataron de un fuego en la habitación en la que el cliente se había vestido, por lo que llamaron al servicio de urgencias.
El fuego fue sofocado por los bomberos y en las inmediaciones una patrulla policial identificó al cliente que previamente había abandonado la casa de masajes, aunque por entonces todavía estaba por determinar las causas del incendio.
Tras las investigaciones realizadas por el Grupo de Investigación de la Comisaría de Centro y la Inspección Ocular realizada por Policía Científica, en la que se constata que el incendio se habría producido como consecuencia de alguna actividad humana, el ciudadano austriaco fue detenido el pasado 11 de febrero como presunto autor de un delito de incendio provocado.
Según dijo elo protagonista de suceso actuó de tal guisa ya que esperaba que la hicieran una felación o, al menos, «un trabajito manual».