El socialista Odón Elorza, empeñado en que el Gobierno español autorice un referéndum
Nuevo chasco para los nacionalistas catalanes. El político canadiense Stepháne Dion, que fue ministro del Canadá, impulsor de la Ley de Claridad que regula los referendos de secesión en la provincia de Quebé, de la que es natural, estuvo en Madrid, donde se reunión con el ministro José Manuel García-Margallo y también con varios diputados en el Congreso para dar su opinión sobre el plan catalanista en una mesa redonda.
Hace unos días, Dion estuvo en Barcelona y, entre otras declaraciones, dijo que el Estado federal puede ser muy débil si no existe entre las regiones federadas y sus ciudadanos «un sentimiento común de pertenencia al país en su totalidad», además de un compromiso de lealtad institucional.
La sociación que ha invitado a Dion a Barcelona y Madrid ha sido Federalistes d’Esquerra. Al acto del Congreso, promovido también por el Grupo Socialista, asistió Arcadi Espada, que lo cuenta en El Mundo. Este periódico también da una crónica. Es el único diario de papel editado en Madrid que se ocupa de la conferencia de Dion.
En Quebec se ha realizado dos referendos, ambos perdidos por el bando separatista. El último, en 1995.
«Hacer un referéndum es traumático», sentenció, y deja «heridas» que tardan en cicatrizar.
la campaña del No en Quebec se basó en explicar con realismo qué supondría la independencia. Y añadió que, en el caso catalán, ha quedado claro que esta comunidad quedaría fuera de la UE si llegara a declararse independiente, incluso si ocurriera de forma acordada con el Gobierno de España.
el diputado Odón Elorza (PSOE) planteó la necesidad de permitir «una consulta legal y acordada». Pero Dion respondió que Canadá es una excepción, porque su legislación permite que el país pueda fracturarse. Algo que no ocurre en España ni en la mayoría de los Estados occidentales.
Según Espada,
Ceder prácticamente a todas las reivindicaciones de los separatistas dentro de un país, esperando que pierdan todo interés por llevar a cabo la separación, es una estrategia arriesgada y probablemente ilusoria, a la que llamo la estrategia del contentamiento.
Dion ha hablado, pues, no solo en el lugar, sino en el momento justo: cuando al niño ya se le han dado todos los juguetes imaginables y su único y feroz deseo es patear la casa.