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«La lectura de este partido es que estamos en una situación muy complicada, pero no puedo hacer otra cosa que trabajar y dar tranquilidad a los chicos todos los días para intentar sacar esto adelante. El mensaje es claro, quien quiera que venga mañana a entrenar y quien no, que se quede en casa», indicó.
«Lo he dicho en el vestuario. Así no podemos seguir. Si tienen que venir los del filial que vengan. En Valencia, el que no sangre por la nariz corriendo, que no se suba al autobús. No entiendo cómo jugadores de tanta calidad olvidan jugar».
«Nadie quiere el balón, intento dar en la tecla del centro del campo, pero todos juegan arriba. Ni balón parado, trabajamos en el entrenamiento cosas y se olvidan. Intento averiguar qué pasa. La situación es muy complicada y nos quedan ocho finales. Siempre voy a ser optimista», explicó.
«Me faltan dos o tres jugadores que cojan esta situación y aprieten a los demás. Aprieto yo para los que no tenemos. Pero no puedo entrar en el campo. Voy a intentar transmitir. A ver si con suerte, jugando mal, ganamos un partido y se sueltan», indicó.
«Son jugadores con mucha calidad como Sammir, Sarabia, Pedro León y son jugadores a los que conocía. Por lo menos hay que tener actitud y eso no lo voy a permitir. El que esté para Valencia para correr y pelear que se suba al autobús. Si no, cojo del filial. En esa situación hay que ser hombres».
«Espero que mi mensaje haya llegado. Más abajo no podemos ir. Estamos en puestos de descenso. O se levantan, que hay tiempo… yo creo que no saben lo que se juegan, estar en Segunda el año que viene. Yo voy a intentar no permitir eso. No puedo entrar en el campo, pero sigo creyendo en este equipo. Son ellos los que tienen que creer en esta situación», concluyó.
