Se quedó media hora sentado junto al cadáver llorando. Dijo que "ya no podía más"
El asesinato perpetrado este viernes 2 de mayo en un tercer piso del número 30 de la Avenida Nicolau Oliver Fullana, en la localidad mallorquina de Campos, deja en el más absoluto desconcierto a todos quienes conocían de una forma u otra a la víctima: Rafel Gaspar Miralles Vich, un joven de 22 años de Montuïri querido por todos, que triunfaba en el mundo de las artes visuales con su nueva productora, Mediterranean Films.
CATORCE PUÑALADAS
El carnicero Marcos Ferragut Pizà, vecino de la villa, de 52 años y asesino confeso, le asestó al joven un total de 14 cuchilladas a las diez de la mañana tras una fuerte discusión -que se inició en plena calle, y que continuó en el domicilio-, y le dejó incluso clavado en la espalda y hasta el mango el cuchillo de cocina que empleó.
La Guardia Civil y la Policía Local, que habían acudo al lugar avisados por los vecinos, tuvieron que tirar la puerta blindada abajo, que había cerrado a cal y canto el criminal.
EL MÓVIL
Tras ser detenido, Marcos Ferragut, que está casado, -y que se quedó media hora sentado junto al cadáver llorando- dijo que «ya no podía más».
Alegó que el muchacho, que recientemente se había ido de casa de sus padres para vivir en Montuïri, le chantajeaba con hacer pública su relación sentimental.
Agregó que amagaba con publicar un video de contenido sexual, y que por eso decidió acabar con su vida.
Cierto o no, Rafel no se equivocaba cuando el pasado 1 de abril publicaba en su perfil de Facebook:
«Disfrutando de la vida, que es muy corta».