La poderosa Carme Forcadell niega que niega que haya la menor crispación en Cataluña

Miembros de ANC acusan a su presidenta de opacidad financiera

El gran argumento de la líder independentista es que su propia organización no ha sufrido "ni un incidente" en sus más dos años de actividad pública

Miembros de ANC acusan a su presidenta de opacidad financiera
En el centro, la presidenta de la Asamblea Nacional Catalana, Carme Forcadell. EP

Los problemas internos en ANC han coincidido, curiosamente, con un sorprendente aumento de militantes en las últimas semanas

La presidenta de la asociación independentista Asamblea Nacional Catalana (ANC), Carme Forcadell, ha negado que haya crispación política en Cataluña, a pesar del aumento de las agresiones a políticos y de los ataques a suyos de partidos no nacionalistas.

En declaraciones a Europa Press, Forcadell ha opinado que no hay «nada» de crispación en Cataluña actualmente que se pueda considerar consecuencia del desafío independentista de CiU y ERC y del debate sobre la hipotética consulta secesionista anunciada para el 9 de noviembre -y de muy improbable celebración-.

El gran argumento de Forcadell para defender su tesis es que su propia organización, la ANC, no ha sufrido «ni un incidente» en sus más dos años de actividad pública, en los que protagonizado manifestaciones multitudinarias, como las del 11 de septiembre de los dos últimos años.

Sobre la agresión que más noticias ha provocado los últimos días, la que sufrió el primer secretario del PSC, Pere Navarro, ahora hace justo una semana, Forcadell lo ha reducido a una «gamberrada».

Forcadell ha hecho estas declaraciones justo cuando se ha producido otro ataque en una sede de un partido no nacionalista, concretamente, contra el PP en Calella.

LA BRONCA INTERIOR DE LA ANC

Las elecciones que la Asamblea Nacional catalana (ANC) ha convocado para el próximo día 10 van a poner al descubierto las disensiones que existen en esta entidad, particularmente visibles en el grupo llamado «Essència».

Explican J.M. Zuloaga y M. Pardeiro este 5 de mayo de 2014 en ‘La Razón’  que la presidenta de la ANC, Carme Forcadell, es el centro de las tensiones, ya que, según fuentes conocedoras de la actividad interna de la entidad, Forcadell es cuestionada a nivel interno por su «opacidad financiera», por el «desprecio a la militancia» y por haber supeditado la actividad de la Asamblea a los dictados del presidente de la Generalitat, Artur Mas.

En teoría, el grupo «Essència» se creó para «fortalecer las bases de la entidad» por si el Gobierno en algún momento decidía emprender la ilegalización de la ANC.

«Hay que defender a la ANC de las injerencias externas de cualquier tipo y también defender a Carme Forcadell de los ataques que está recibiendo desde Madrid y los que ella o cualquier otra persona de la ANC pueda recibir en el futuro», dijeron los 50 miembros que pusieron en marcha este colectivo.

De hecho, Forcadell merecía el «apoyo y confianza» de este grupo, según manifestó Raquel Torres, portavoz de «Essència», a raíz de las acciones judiciales que contra ella ha promovido el sindicato Manos Limpias.

El papel de Forcadell

La realidad, según las citadas fuentes, es muy distinta. De hecho, miembros del grupo se han quejado de que la ANC «está muy lejos de ser una organización reivindicativa, muy lejos del espíritu que llevó a cabo las consultas por la independencia que se organizaron por toda Cataluña».

«Ahora es sólo un decorado con esteladas».

Estos sectores críticos advierten de que pensar, como ocurre en algunos sectores del poder central, que es la ANC la que lleva la batuta de la estrategia independentista es un error, ya que son los partidos políticos, a través de Carmen Forcadell, los que controlan todo, incluida la propia ANC.

Según miembros de «Essència», el consejero de la Presidència y mano derecha de Artur Mas, Francesc Homs, tiene hilo directo con ella, minetras que Esquerra Republicana de Cataluña (ERC) está en la sombra, a la espera de que CiU pierda las próximas elecciones autonómicas.

En este ambiente, han sido convocadas las elecciones en ANC para el próximo día 10, con el fin de elegir a sus 75 miembros (50 representantes territoriales y 25 nacionales).

Los conflictos en la entidad no son nuevos, recuerdan las referidas fuentes, y son consecuencia de haberse cerrado en falso la crisis que se planteó en la anterior reunión asamblearia, en la que se llegó a suspender la elección del Secretariado a raíz de las sanciones disciplinarias que habían recibido muchos militantes, que les privaban de voz y voto durante seis meses.

Las acusaciones de falta de transparencia, democracia controlada y culto a la «lideresa» son constantes a nivel interno, lo que provoca el distanciamiento entre los militantes y los órganos de la ANC.

Por ello, de cara al día 10 los críticos pretendan que sea elegida una dirección menos vinculada a los partidos políticos. Cabe recordar que Carme Forcadell es militante de ERC y fue concejal en Sabadell.

Las fuentes consultadas subrayan que la labor de los críticos no va a ser sencilla por el particular sistema electoral por el que se rige ANC.

No se puede hacer campaña y no existen candidaturas globales, ya que sólo se pueden presentar candidatos a título individual en el ámbito territorial o nacional.

Es decir, que la dirección puede controlar todo el proceso y saber, a través del censo de afiliados, en qué dirección se producen los votos.

La militancia

Los problemas internos en ANC han coincidido, curiosamente, con un sorprendente aumento de militantes en las últimas semanas.

Los críticos denuncian que los partidos se han propuesto controlar todo el proceso electoral y, con la disculpa de las acciones judiciales promovidas por Manos Limpias, ordenan a su gente que se apunte a la ANC con el fin de defender a la entidad de los ataques «españolistas».

En una situación como ésta, no es raro, agregan, que hayan aflorado en el seno de ANC enemistades personales, propuestas ideológicas y de gestión, más motivadas por ambiciones personales que por otra cosa.

En suma, existen dos modelos enfrentados dentro de la organización. Uno es el que aboga por hacer la consulta «sí o sí» y el otro es el que defiende «ampliar la mayoría social soberanista» y ser la guardia pretoriana del presidente Artur Mas.

Según fuentes de la propia Asamblea, Forcadell estaba el año pasado a caballo entre estos dos grupos, mientras que ahora está completamente alineada con el presidente de la Generalitat.

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