Aprovechando el foco mediático del debate sobre el estado de la región, el último de la presente legislatura, el líder de los socialistas extremeños ha dado la campanada esta mañana anunciando la presentación de una moción de censura a José Antonio Monago. Aunque ha reconocido que no cuenta a priori con el apoyo del resto de fuerzas políticas de la oposición, Guillermo Fernández Vara trata de causar un efecto desestabilizador en el gobierno del PP, teniendo que afrontar una pugna política a un año de las próximas elecciones. El líder socialista protagoniza una huida hacia delante en un campo de batalla en el que el PP lleva toda la ventaja, subiendo de nuevo a la primera plana de la actualidad.
En un Parlamento con 65 diputados, el PSOE cuenta con 28 escaños después de que en el pasado mes de septiembre perdiera 2 diputados tras la escisión de los regionalistas del PREX-CREX que formaron un grupo aparte. Vara necesitaría de estos 2 apoyos, además de los 3 de Izquierda Unida, grupo que hay que recordar se abstuvo en 2011 para que el PP pudiera gobernar por primera vez en Extremadura con sus 32 diputados.
Monago llevaba ganado el debate sobre el estado de la región, que comenzó ayer martes, después de anunciar el acuerdo con el Gobierno central para el pago de la Deuda Histórica a Extremadura por valor de 430 millones de euros a pagar en 4 años, una vieja aspiración recogida en el Estatuto de Autonomía de 1983 y que todavía hoy no se ha conseguido a pesar de que Andalucía cerró un acuerdo en este sentido en 2009 con José Luis Rodríguez Zapatero como presidente. Sin embargo, Vara ha querido dar «una patada en el tablero» de juego, palabras literales del propio José Antonio Monago, para inscribir la cita política del Parlamento en clave electoral tratando de conseguir una baza que le dé tirón cara a las urnas y volver a ser presidente.
A partir de ahora se abren toda clase de conjeturas, donde Fernández Vara se juega su futuro político dado, a fecha de hoy, es el candidato oficial del PSOE a la espera de la celebración del proceso de primarias después del verano. De momento, los regionalistas del PREX-CREX ya han anunciado, a través de su portavoz, Damián Beneyto, que difícilmente van a apoyar al PSOE dado que ellos plantearon una moción de censura hace seis meses, en los días previos al debate de presupuestos de 2014, y entonces los socialistas dijeron que no era el momento. «Si antes no era el momento, pienso que ahora tampoco», ha dicho en los pasillos de la Cámara tras ser consultado por los periodistas.
Desde Izquierda Unida, su líder Pedro Escobar no ha referido aún el sentido de su voto, alegando que su formación sólo toma decisiones en sus asambleas. El líder de Izquierda Unidad ha reprochado a Monago y a Vara que sólo actúen en clave electoral: «Monago por poner debate sobre el estado de la región en esta fecha, antes de las europeas, buscando la repercusión electoral, y Vara por presentar una moción de censura precisamente en este momento». Para él, el lance de la moción de censura tiene pocas posibilidades de prosperar dado que ya los regionalistas han dicho que no. En su opinión, lo lógico hubiera sido que Vara les hubiera consultado antes de anunciarla hoy en el Parlamento.
Desde el PP se habla de irresponsabilidad y desde el PSOE de valentía, si bien reconocen algunos dirigentes en privado que se trata de un gesto demasiado arriesgado que, caso de perder, le abocaría a su marcha dejando vía libre a otro candidato.
