El Gobierno rompe ocho años de sequía de pedidos a Navantia

El presidente Núñez Feijoo logra por fin que llegue ‘carga de trabajo’ a los astilleros

El Ejecutivo central da luz verde a la financiación de dos buques para Ferrol y Cádiz, por 333 millones

Primer trámite salvado. El Consejo de Ministros dio ayer luz verde a la financiación para los Buques de Acción Marítima (BAM) comprometidos por el Gobierno para los astilleros de Navantia en Ferrol y en la bahía de Cádiz.

A dos días de las elecciones europeas, el Ejecutivo autorizó la modificación de los límites de gasto con cargo a ejercicios futuros que permitirán afrontar el pago de la obra.

Como explica Beatriz Couce en ‘La Voz de Galicia’, aunque los barcos serán para el Ministerio de Defensa, será el gabinete de Industria quien firme un convenio con Navantia para el desarrollo de los buques, una fórmula que ya se ha utilizado en anteriores ocasiones. La última vez, con las fragatas F-100 también construidas en el astillero ferrolano.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría, informó de que los navíos -un tipo de buque pequeño y que por especialización se han fabricado hasta ahora en los astilleros andaluces- costarán 333 millones de euros, y el gasto será repartido en seis anualidades.

Además, destacó de los BAM «su bajo coste de sostenimiento, plantilla reducida y gran capacidad de permanencia en el mar».

La construcción del navío reportará 1,1 millones de horas de trabajo, repartidos en 30 meses, lo que, según los trabajadores, generará ocupación para menos de 300 personas.

En la ría ferrolana este pedido vendrá a sumarse a la fabricación del buque flotel para Pemex, que supone faena para otros 400.

En total, 700 personas de una plantilla directa de 2.300. El Gobierno sostiene que dará ocupación también a las industrias auxiliares de Ferrol y Cádiz.

Con este programa, el Ministerio de Defensa vuelve a encargar buques a los astilleros españoles, tras ocho años de sequía, determinados por las restricciones presupuestarias.

Los trabajadores gallegos, que llevan movilizándose tres años por nuevos encargos, saludan positivamente la obra, pero insisten en que es fruto de la presión.

«Se ve que cuando hay voluntad política se consiguen las cosas, lástima que tenga que ser mediante la movilización», afirmó ayer Ignacio Naveiras, portavoz del comité de Navantia Ferrol.

Aún restará el trámite de la firma del acuerdo entre la Armada y los astilleros, aunque en las últimas semanas se han acelerado los contactos para definir las características de los buques, continuadores de la serie de otros cuatro que ya están operativos.

Tanto la SEPI como la empresa sostienen que el arranque de los trabajos podría producirse después del verano.

Navantia manifestó ayer su satisfacción por el inicio de los trámites para consolidar ese pedido y subrayó que para la empresa «supone recuperar la contratación con la Armada española y dar continuidad al programa de los BAM del 2006».

En Ferrol, el último encargo recibido fue la quinta F-100, autorizada por el Consejo de Ministros el 19 de mayo del 2005, es decir, hace nueve años.

Novedades tecnológicas

La empresa sostiene que los barcos incorporarán «importantes novedades tecnológicas, que incluyen desarrollos de I+D». Su fabricación también generará ocupación para la fábrica de motores de Cartagena, la de turbinas de Ferrol y las divisiones de sistemas de San Fernando (Cádiz) y Cartagena.

Los astilleros públicos sostienen que los BAM tienen una gran demanda en el mercado, por lo que afrontarán este programa «con un enfoque lo más competitivo posible en plazo y coste, y así poder impulsar y afianzar su exportabilidad».

 

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