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Afirma tajante M. Cheda en ‘La Voz de Galicia’ que no es Galicia muy de pactos.
Y tien toda la razón. Ni siquiera en el terremoto electoral del 25-M. Se desplomó el PPdeG, cosechando su peor resultado desde 1989. Cayó en picado el PSdeG.
Y, producto del efecto Podemos, también se atomizó el voto de la izquierda. Pero en esas tres grandes realidades subyace una cuarta sorprendente: si en los comicios municipales del 24 de mayo del 2015 se reprodujesen tal cual los resultados del domingo 25 de mayo de 2014, pese a todo lo anterior, la comunidad amanecería al día siguiente con casi tantas mayorías absolutas como hay en la actualidad, con 221 (70,4 % de los ayuntamientos) en lugar de 234.
Orense concentraría 84, Lugo 55, La Coruña 49 y Pontevedra 33. A los populares le corresponderían sí o sí 200 bastones de mando, 19 a los socialistas, uno al Bloque y otro a Compromiso por Galicia (CxG), como muestra el gráfico aquí a la derecha.
No es esta la única curiosidad en la que permiten reparar los datos del escrutinio.
Los feudos
Hasta un 87 %. En términos relativos, el PP logró su mayor nivel de apoyo en Avión (Orense), con un 86,99 % de los votos válidos; el PSOE, en Pedrafita do Cebreiro, con un 61,01 %; el BNG, en Allariz, con un 39,61 %; Podemos, en Narón, con un 14,43 %; y AGE, con un 21,65 %, en Teo y Manzaneda.
En Coirós (La Coruña) halló su techo UPyD (6,14 %); en la ourensana Vilar de Santos, CxG (61,01 %); en Oleiros, Ciudadanos (3,38 %); en Bergondo, Vox (1,82 %); y en Negueira de Muñiz, el Partido Animalista (4,81 %).
Las anécdotas
Respaldo a la fusión. Por primera vez se celebraban elecciones en Oza-Cesuras, ayuntamiento surgido en el 2013 de la única fusión municipal en Galicia desde 1968.
Y triunfó el impulsor de dicha unión, el PP: 50,43 % de las papeletas, el triple que el segundo, el PSOE. Sin salir de la provincia coruñesa, para el anecdotario del recuento queda también el margen de sobres por el cual vencieron en Neda los socialistas a los conservadores (522 contra 521).
Otro apunte: en ciertos concellos, a la hora de echar la mano a la urna, sus habitantes pasan de los líos judiciales y miran para otro lado.
Ocurrió, por ejemplo, en Muras y Pedrafita, donde arrasaron, con más de la mitad de los votos, los partidos de sus alcaldes, que están siendo juzgados por su relación con una trama de retirada de multas.
Los candidatos
Sin profetas en su tierra. Con apenas un 24,74 % de los sufragios, el PSdeG se la pegó en Palas de Rei, donde nació su candidato a eurodiputado, José Blanco.
En Cuntis, de donde es natural la aspirante del Bloque, Ana Miranda, el BNG hubo de conformarse con un 12,44 %.
En la cuna de Lidia Senra, A Pobra do Brollón, AGE quedó relegada a cuarta fuerza. Y en el pueblo de Paulo Carlos López (CxG), Bergondo, a este solo lo apoyaron 40.
No hubo profetas en su tierra el 25-M, exceptuando al cabeza de cartel del PPdeG, Francisco Millán Mon, de Pontevedra, donde los populares ganaron con 7 puntos de diferencia sobre el PSOE.
Los extremos
Voto en blanco del 19,27 %. En Crecente (Pontevedra), los vecinos pulverizaron el récord de votos en blanco, emitiendo casi una quinta parte de los totales (19,27 %). Además, con un 6,33 %, se auparon al primer puesto del ránking de sufragios nulos.
En cambio, en Negueira de Muñiz (Ourense) no hubo ni uno solo, ni de los unos ni de los otros.
Friol (Lugo), con una participación del 68,01 % y Cerdido (La Coruña), con una abstención del 69,8 %, encarnaron otra muestra de la Galicia de los extremos.
