Un elevado número de los «Centros Sociales de Okupación» (CSO) o de «Autogestión», algunos cedidos por administraciones públicas, son instrumentalizados como bases logísticas y de adoctrinamiento por grupos de la extrema izquierda que están detrás de disturbios como los que se vienen registrando en el barrio de Sants, o los que tuvieron como escenario Madrid el 22 de marzo 2014, según el ABC, que se basa en «datos que obran en poder de la Policía».
Escribe J. Pagola que en España hay cerca de un millar de estos locales, con distintos niveles de conflictividad, de los cuales 500 se ubican en Barcelona. Muchos de los centros llevan a cabo actividades de aparente interés social, pero al mismo tiempo mantienen campañas de hostigamiento a las instituciones y de apoyo a elementos ultraizquierdistas detenidos por participar en actividades de terrorismo callejero. Durante las algaradas, individuos que frecuentan algunos de estos centros informan en tiempo real a través de las redes sociales de la ubicación de los policías, en busca de zonas de impunidad o para emboscar a los antidisturbios.
Añade el diario que los centros han sido ocupados, en la mayoría de los casos, por la vía de los hechos consumados. Las lagunas legales, las dificultades para localizar o identificar a los verdaderos propietarios son algunas de las circunstancias que favorecen estas invasiones sistemáticas de la propiedad privada. Un fenómeno que se ha disparado en los últimos años alentado por la grave crisis económica y social.
Una vez que el Ayuntamiento de Barcelona ha cedido a las presiones violentas de los anarquistas de Sants, la Policía advierte de que a partir de ahora la onda expansiva puede alcanzar a otras ciudades de España. En Madrid se contabilizan alrededor de 30 de estos «centros sociales de autogestión», la mayoría muy beligerantes. En Galicia hay 15. Andalucía también tiene un elevado número. A ello se suman los denominados «gaztetxes» del País Vasco controlados por Segi, concluye el ABC.