El presidente de México, Enrique Peña Nieto, envió este 10 de junio de 2014 un mensaje de tranquilidad al naval gallego al asegurar que el «divorcio» de Pemex y Repsol, materializado en la salida de la petrolera mexicana del accionariado de la española (la semana pasada vendió el 7,8 % de sus títulos, manteniendo un residual 1,4 %), no va a afectar a los contratos que Pemex tiene con los astilleros de Galicia para construir dos floteles.
El pasado enero, la compañía azteca formalizó la contratación de un buque de estas características con Navantia, de titularidad pública, y otro con Barreras, del que una filial de Pemex es accionista mayoritario.
«No».
Así de tajante fue su respuesta al ser preguntado por el asunto en Los Desayunos de TVE y sobre si la reforma energética en marcha en México, que afectará a la citada petrolera, tendría repercusión en los contratos con el naval gallego.
El presidente sentenció que Pemex «sigue siendo una empresa del Estado», aunque el marco que fija la reforma supondrá que tendrá que competir con el sector privado.
«El Estado mexicano mantiene la propiedad de los hidrocarburos», pero «se abren nuevas opciones para que en la exploración, explotación y producción de productos energéticos participe el sector privado», explicó, subrayando que ello redundará en beneficio de la población.
Respecto a la salida de Pemex del capital de Repsol, ya en rueda de prensa conjunta con su homólogo Mariano Rajoy, le restó calado, asegurando que responde a una decisión «técnica» y criterios de «rentabilidad financiera» y que en ningún modo afectará a la «relación de hermandad» que existe entre ambos Gobiernos.
Oportunidades para invertir
Paralelamente, aprovechando la visita de Estado del primer mandatario a España, la delegación mexicana participó ayer en un foro empresarial, Espyme, organizado por Banco Popular y Proméxico. Con más de doscientos empresarios (51 mexicanos y 170 españoles), el objetivo de la jornada era profundizar en las relaciones comerciales entre ambos países para avanzar en la internacionalización.
Porque, como señaló el presidente del Popular, Ángel Ron, en la apertura del foro, México es un «mercado de futuro» y tiene un «potencial de crecimiento del crédito más elevado que cualquier país europeo».
Recordó la importancia del negocio de pymes para la entidad que preside, calificándolo de «piedra angular de nuestro éxito», y explicó su apuesta por México -a través de BX+, propiedad de la familia Del Valle- a donde trasladarán el modelo de negocio del Popular, «de financiación a empresas, a un país con elevadas fortalezas».
En este sentido, destacó la ausencia de desequilibrios macroeconómicos «significativos» y ventajas competitivas «importantes», como su cercanía a EEUU o su «alto» potencial de crecimiento económico, debido al «especialmente bajo» nivel de bancarización. México vive un momento dulce para la inversión, ya que -según los datos facilitados por la delegación presidencial- captó 39.000 millones de dólares en el 2013 y 5.000 en el primer trimestre de este año.
