Ante el interés del conjunto gallego, club al que Isaac Cuenca no ve con malos ojos, el delantero podría renunciar al último año de contrato que le queda con el Barcelona.
El Deportivo no puede asumir los 3 millones que tiene el delantero como salario y la única solución es que el Barcelona libere al jugador de su último año de contrato. Y es que, de marcharse cedido, el conjunto azulgrana tendría que asumir casi la totalidad de su ficha.