El secretario general y portavoz de Ciudadanos (C’s), Matías Alonso, ha acusado al consejero de Empresa y Empleo, Felip Puig, de «afianzar sus tesis separatistas sembrando odio y desconfianza hacia el resto de los españoles», después de que esta haya afirmado que la Junta de Extremadura baja los impuestos «a costa del dinero de los catalanes».
Alonso ha instado a Puig a «abandonar el victimismo y la confrontación continua con el Gobierno central y otras CCAA» y a que reconozca «la incapacidad de su Gobierno [autonómico] de gobernar en defensa de los derechos de todos los catalanes, priorizando la reactivación económica y la creación de emleo como la vía directa para vencer la crisis económica y acabar con los recortes en servicios esenciales, que ellos mismos refuerzan en su empeño de construir un Estado dentro del Estado».
Críticas al PSC «por servir de muleta al separatismo populista de CiU»
El dirigente de Ciudadanos también ha criticado al futuro líder del PSC, Miquel Iceta, por seguir en «su empeño por servir de muleta al separtismo populista de CiU». «Marear la perdiz con con ‘consultas legales y pactadas’ para seguir dando pábulo al separatismo, o insistir en la idea confederal que se esconde tras las últimas declaraciones de la ex ministra Carme Chacón, no ayuda nada a salir de la grave crisis institucional y de gobierno que ha provocado, por un lado, la deslealtad y el desafío separatista de Mas, y por otor, el silencio irresponsable del presidente Mariano Rajoy».
Alonso ha lamentado el «escenario de enfrentamiento permanente entre españoles que alientan los dirigentes de CiU, con el apoyo entusiasta de ERC y la connivencia de ICV-EUiA y, de forma racheada, del PSC», y ha instado a los socialistas a «no perder de vista la necesidad de fortalecer, también desde Cataluña, la idea de españa como el proyecto común que desde la Transición hemos construido entre todos».
«Desde C’s seguiremos firmes en la defensa de los derechos y de las libertades del conjunto de los ciudadanos, priorizando el interés general y dejando de lado el sectarismo y el conflicto permanente que otros impulsan».
