El expresidente de la Junta de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra, ha considerado que la «debilidad institucional» ha sido la «nota determinante» en la legislatura del presidente extremeño del PP José Antonio Monago, y ha sostenido que el rechazo al proyecto de la Refinería Balboa es «la consecuencia de la debilidad».
Rodríguez Ibarra ha mencionado su propia experiencia, cuando gobernó entre 1995 y 1999 por minoría, que «fue un desastre» y «una pérdida para la región», ya que según ha dicho, «gobernar en minoría es un lujo que se pueden permitir los ricos» y en la región extremeña «provoca una legislatura casi perdida».
En ese sentido, ha considerado que, durante esos años, «no se gobernaba» porque «se estaba al capricho de la oposición para intentar hacer presupuestos», por lo que ha dicho que en «esta legislatura 2011-2015 puede ir por el mismo camino, ya está casi terminando, pero al fin yo creo que la debilidad institucional ha sido la nota determinante en esta legislatura».
«Aparentemente había fortaleza, pero la Refinería, por ejemplo, es la consecuencia de la debilidad»
«Si el gobierno del presidente Monago hubiera sido en mayoría absoluta no quepa la menor duda de que yo no tuviera que haber dicho estas cosas, porque era partidario»
En ese sentido, el expresidente socialista ha señalado que Monago «dijo: yo estoy de acuerdo con la Refinería» y ha lamentado que «después casualmente hubo una prevaricación del Ministerio de Medio Ambiente dictando una resolución prevaricadora».
Así y en relación a la declaración de impacto ambiental (DIA) desfavorable de la Refinería Balboa, Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha dicho, durante su intervención en el curso internacional de verano de la Universidad extremeña ‘Trabajar en Extremadura’ que «no se soporta jurídicamente» porque «el partido que apoya al gobierno tiene caprichos» y «uno de los caprichos es que había que fomentar el turismo del bocadillo del jamón de york».
