Sus padres dicen que fue «una víctima del demonio», que lo suyo fue una ofuscación momentánea resultado de su juventud, y que sin duda se iba a arrepentir «con la ayuda del Señor», pero lo cierto es que la joven irlandesa de 18 años que se ha hecho famosa por practicar el ‘mamading’ en Magaluf no pareció lamentar lo sucedido, ya que la noche posterior a los hechos siguió de juerga por la calle Punta Ballena.
CARNAGE DA LA CARA
Así se desprende de la rueda de prensa ofrecida en las últimas horas en Mallorca por la empresa Carnage Magaluf, que se dedica a organizar por la zona excursiones etílicas, -pub crawling- las mismas en las que se enmarcó el suceso que ha dado la vuelta al mundo.
El director de Carnage, Paul Smith, ha querido dejar claro que
«la empresa no fue quien ofreció bebida, premio o incentivo alguno a la chica,»
y ha señalado que
«el mamading está a la orden del día, ya que es una práctica que se da también en otros destinos. La noche siguiente a la de las felaciones, la joven del vídeo volvió a comprar hasta ocho tickets con sus amigas para repetir la excursión etílica. Si hubiera estado tan disgustada como dice no habría vuelto».
A 25 EUROS
Carnage organiza cuatro excursiones etílicas cada semana en Magaluf. Para participar hay que tener más de 18 años y pagar una entrada que cuesta 25 euros.
Ese precio incluye una camiseta, lo que la empresa llama un «recorrido controlado en torno a una serie de bares de Magaluf», y un bar con todo incluido al final del itinerario.
Finalmente los representantes de esta empresa hicieron de nuevo hincapié en que
«a diferencia de lo que ha trascendido en los últimos días en infinidad de medios de comunicación, el mamading no lo hizo a cambio de bebidas gratis ni de nada».