Las personas de la tercera edad y los usuarios con dependencia están hasta las narices de tanta comida basura
Son 12.000 menús anuales a razón de una factura que alcanza el millón de euros, y que cobra tan campante una compañía subcontratada a la que Cort acaba de dar ‘pasaporte’, merced a su mal servicio…y sobre todo por las numerosas quejas de propios y extraños. Pero parece que ni por esas.
El mal trago por el que atraviesan los más necesitados en los comedores sociales de Palma de Mallorca, – 460 personas cada día- va a necesitar una larga digestión, que vendrá cómo no aderezada por las habituales trabas burocráticas…
LO HAN RECONOCIDO
Los afectados, que están hasta las narices de comerse lo que al parecer nadie quiere, no son más que, entre otros, las personas de la tercera edad, los dependientes, y hasta las víctimas de violencia de género, a quienes no le queda otra más que malvivir de la caridad mal entendida mientras algunos miran para otro lado con los carrillos a rebosar.
El Ayuntamiento de Palma reconocía hace poco el mal servicio, aunque no tardó en sacar estómago y apuntar que desde el pasado mes de marzo
«se ha implantado un conjunto de mejoras en el servicio de comedores municipales»,
remarcando de paso y por si acaso que el Casal Es Jonquet, -donde todos están mas que hartos de tanta comida basura-, está ya en «condiciones óptimas». ¿Y antes, porqué no lo estaba?
UN INFORME Y TODO, MIRE USTED
Cort ha recordado que el pasado mes de marzo, el área de Bienestar Social encargó un informe técnico,
«con el objetivo de hacer un diagnóstico completo del servicio, ante el conocimiento, por inspecciones previas, de que había elementos mejorables al contrato de comida para equipamientos. En ningún caso se trataba de comida de mala calidad, sino de cantidad de las raciones, temas organizativos y comidas específicas que no eran del gusto de los usuarios».
Con los resultados de este informe, personal técnico de Bienestar Social mantuvo una primera reunión con los responsables de la empresa el 25 de marzo y, días después, el 8 de abril, tuvo lugar un segundo encuentro entre el director general de la empresa, los responsables técnicos del servicio a nivel municipal y la concejala, en la que se acordaron diferentes cambios que se llevarían a cabo «con carácter inmediato».
«MEJORAS»
Algunas de las mejoras implementadas son el cambio de la empresa subcontratada que elabora la comida, se sustituye Alcari por New Rest, la distribución de comida diferenciada para diabéticos, la modificación de las cantidades de las raciones, un mayor seguimiento de las incidencias y de respuesta inmediata por parte de la empresa y un seguimiento mensual de directores de centros y empresa.
Asimismo, según los ‘populares’ de Cort,
«se ha llevado a cabo una mejora general en las raciones y la variedad de los menús, una mayor planificación de los menús con una supervisión y firma por parte de los dietistas de la empresa».
LOS NACIONALISTAS SE HINCHAN A CRITICAR
El grupo MÉS no ha querido perder comba en este asunto, y acaba de instar al Ayuntamiento de Palma a rescindir el contrato con la actual empresa que gestiona el servicio de los comedores sociales municipales y a convocar uno nuevo con un pliego de condiciones que «aseguren productos y comidas de calidad».
En un comunicado, la formación econacionalista ha explicado que
«las constantes denuncias de los usuarios del servicio de comedor que ofrece Cort ponen de manifiesto la nefasta calidad del servicio, con los usuarios del Jonquet como último ejemplo».
En este sentido, el regidor municipal del grupo, Antoni Noguera, ha declarado que
«es inadmisible que la única respuesta que ha ofrecido el Ayuntamiento es que en los últimos meses la comida ha mejorado de calidad. Si los regidores del PP comiesen en su casa el menú basura de los comedores sociales, la problemática se solucionaría en horas».