"Política perversa hecha a espaldas de los ciudadanos y de la que todavía no podemos ni prever las consecuencias"
Con una concentración en Magaluf, «símbolo de los excesos territoriales y sociales del turismo», el Frente Común en Defensa del Territorio se ha constituido este sábado 16 de agosto de 2014.
MÁS DE 20 COLECTIVOS
Esta organización reúne a ciudadanos que, a título individual y que provienen de más de veinte colectivos de Mallorca, quieren denunciar las políticas que «arrasan» con el territorio y las personas.
Esta organización nace con la necesidad de hacer visible el conflicto y las graves consecuencias de la explotación económica del territorio y del modelo desarrollista que se inició con el franquismo y que se ha «intensificado» en los últimos años para
«complacer a los grandes capitalistas a costa del territorio y las personas».
En el comunicado se advierte de que muchos parajes «únicos» de Mallorca, tanto del litoral como del interior, «peligran» debido a las leyes impulsadas por los gobiernos estatal y autonómico, como la ley de Costas, la Agraria, la ley de Minas, la ley de Puertos, la ley Turística y «un largo etcétera».
«UNA POLÍTICA PERVERSA»
Se tata de una
«política perversa hecha a espaldas de los ciudadanos y de la que todavía no podemos ni prever las consecuencias porque son políticas hechas para contentar y atraer a posibles inversores y especuladores que, con la excusa de dinamizar la economía, prometen puestos de trabajo que se convierten mayoritariamente precarios».
Al final, lo que se hace es «agredir impunemente el territorio» en un modelo que
«atenta contra nuestra dignidad y nuestro territorio, así como contra nuestros recursos y valores culturales y naturales».
Por ello, el Frente Común en Defensa del Territorio invitará a la sociedad mallorquina a movilizarse contra este modelo económico.
Esta entidad ha escogido en su primera convocatoria de movilización Magaluf porque es un
«ejemplo claro de los efectos negativos, tanto territoriales, como sociales y ambientales, de este tipo de turismo en su máxima expresión».
Magaluf es
«el símbolo por excelencia de la marca balear: dinero y poder de una élite a costa del territorio y las personas»,
critica esta nueva organización.