Había llegado a Mallorca dos semanas antes procedente de la Península
Ha sido todo un patinazo de la Guardia Civil, o eso parece al menos…La joven que fue hallada muerta el 10 de julio de 2014 en aguas de la playa de Alcanada, en el término mallorquín de Alcúdia, no fue víctima de un asesinato: se suicidó.
El suceso se ‘vendió’ desde el primer momento como un crimen en toda regla, asegurándose que la infortunada, identificada ahora como una francesa que había llegado en barco desde la península dos semanas antes, había sido asfixiada tras recibir una paliza.
PIEDRAS EN LA NARIZ
No se entendía entonces cómo es que tenía dos piedras metidas en la nariz, y por qué estaba flotando a un metro de la orilla de la playa, circunstancia que se explica en estos momentos de esta manera: había bebido alcohol, se tomó unos ansiolíticos y ella misma se asfixió de esa extraña forma, yendo a parar al agua, donde las rocas debieron producirle los golpes con el vaivén del agua.
Se da además la circunstancia de que la infortunada habló con una persona en la misma tarde del suceso, asegurándole que estaba muy enferma.
La Guardia Cvil ha remitido de momento muestras biológicas a un laboratorio de la península, para tratar de aclarar éste y otros aspectos.