Sondeo de 'El País': El 45% pide acatar una eventual suspensión de la consulta soberanista

Solo un tercio de los catalanes ve posible la independencia de Cataluña

La ‘tercera vía’ pactista se afianza entre los catalanes, mientras los dirigentes se radicalizan

Solo un tercio de los catalanes ve posible la independencia de Cataluña
La marcha hacia la independencia de Cataluña pierde fuerza y efectivos. CT

La distancia entre las estrategias de la dirigencia y la voluntad de los ciudadanos resulta abismal

Todo es un despropósito. La encuesta que este domingo, 7 de septiembre de 2014, a sólo cuatro días de la mítica Diada, publica el diario ‘El País’, resulta reveladora.

Entre otras razones, porque pone en evidencia la abismal e irresponsable distancia que hay entre las estrategias de la dirigencia de Cataluña y la voluntad de los ciudadanos catalanes.

Y es que los prolegómenos agitatorios de la inminente Diada -a cuyos organizadores inelectos vuelve a prestar apoyo ilimitado la Generalitat de Artur Mas- proyectan una falsa imagen de la realidad.

Y la proliferación de disparates, como las falsarias invocaciones del president arengando a los empresarios a «ganar la libertad», como si viviéramos en dictadura; o la promesa de que se celebrará la consulta, cuando en privado reconoce lo contrario. Los catalanes se manifiestan individualmente a la inversa de como los describen las propagandas oficiales y las salidas que estas dibujan.

Así, la tercera vía pactista, la alternativa de profundizar el autonomismo con blindaje de competencias, sigue aumentando sus seguidores y casi dobla a los soberanistas, mientras bajan los partidarios de la independencia y los del inmovilismo, como indica el sondeo de Metroscopia publicado hoy por ‘El País’ y que se realizó entre el 2 y el 4 de septiembre..

Ello confirma que la tendenciosa pregunta del eventual referéndum, excluyendo esta vía, es reduccionista y atenta contra la voluntad de la mayoría, principio esencial de la democracia: ese «principio democrático» del que abusa el soberanismo radical para sustentar una convocatoria ilegal de la consulta.

Predomina entre la ciudadanía la sensatez (el seny), frente al acaloramiento y la rabia (la rauxa): no hay mayoría de «ilusionados» por el proceso secesionista; impera el escepticismo ante la factibilidad de la independencia; predomina la convicción de que el caso Pujol afectará al soberanismo (contra las ideas contrapuestas de que es inmune a él o de que quedará por él destruido); se opone a la insumisión a una posible paralización de la consulta por el Tribunal Constitucional; y son mayoría los contrarios a unas elecciones «plebiscitarias«.

Toda la retórica independentista, y otras retóricas, se viene abajo. 

LOS DATOS DE LA ENCUESTA

La mayoría rechaza la vía de convocar una consulta de autodeterminación que no esté autorizada por el Gobierno central o que haya sido suspendida por el Tribunal Constitucional.

El 45% considera que en este caso se debe acatar la sentencia y negociar una nueva convocatoria de la votación que se ajuste a la legalidad y solo el 23% apoyaría que se celebre la consulta pese a una eventual suspensión.

Otro 25% se inclina por encontrar una salida que no requiera consulta.

Los catalanes piden mayoritariamente el respeto escrupuloso a la legalidad después de que en las últimas semanas el Gobierno catalán y los partidos favorables a la consulta hayan discrepado abiertamente sobre qué medidas adoptar si, como todo parece indicar, el Gobierno recurre la convocatoria de la consulta de autodeterminación y el Tribunal Constitucional la suspende.

El presidente catalán, Artur Mas, mantiene que él solo hará una consulta legal, pero considera que esta legalidad se la puede dar la ley catalana de consultas, algo que rechazan de plano los dos grandes partidos nacionales.

Mas está atrapado entre quienes le exigen respeto absoluto a la legalidad y sus socios de Esquerra Republicana, que piden ignorar una eventual suspensión de la votación y sacar las urnas a la calle.

Según el sondeo de Metroscopia, Solo los potenciales votantes de CiU y ERC se muestran partidarios mayoritariamente de ignorar la sentencia del Tribunal Constitucional y celebrar la consulta pase lo que pase.

Acatar la sentencia y negociar una nueva consulta es la opción favorita de quienes piensan votar a PSC, PP, Iniciativa, Podemos, PP y Ciutadans.

Entre los más favorables a buscar una alternativa que no requiera una consulta están los votantes de Podemos (30%) y los de Iniciativa (29%).

El tamaño de la muestra (1.000 personas) impide hacer extrapolaciones entre partidos con menos intención de voto.

 

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