Clubes de alterne, 'mordidas', droga que se camufla a modo de amenaza, y un largo etcétera de lo más vergonzoso son los metafóricos comparsas de todo un circo lleno de 'tiovivos'
Asistimos a un fin de época, o quizás al principio de un más de lo mismo. Quién sabe. Es cuestión de tiempo; y no sólo de que lleguen las tan temidas urnas para unos y otros, -no vaya a ser que se vayan por la ranura todos los privilegios habidos y por haber-, sino para que los jueces puedan dar un golpe de mazo más fuerte que de costumbre para poner así fin a tanto desmán.
Lo de Punta Ballena, la famosa calle donde confluyen otra arterias mallorquinas de la inhóspita Magaluf, desangrándose ella bajo los neones donde se reflejan todas las borracheras del mundo, es al parecer la punta de un iceberg que se mantiene a flote tan solo por la marea de una corrupción generalizada, ‘made in Baleares’, y en cuyo derredor naufragan todos los buenos deseos.
LA FISCALÍA, LAS PUTAS Y EL OLVIDO
El fiscal Miguel Ángel Subirán esta convencido, mientras tanto, de que existe una corriente alterna cuyo chispazo nace en los mismísimos enchufes del poder, léase políticos corruptos hasta la médula e inmunes a cualquier descarga.
Anticorrupción no da puntada sin hilo. Pertinaz hasta el final, ata cabos para tratar de averiguar si hay más policías locales que extienden sus tentáculos no sólo en la mentada y degradada zona, sino hasta los confines de Playa de Palma y más allá. ¿Hasta el Paseo Marítimo?
Y pensar que todo todo empezó por unos ‘simples’ amaños en unos exámenes…
Clubes de alterne, ‘mordidas’, droga que se camufla a modo de amenaza, y un largo etcétera de lo más vergonzoso son los metafóricos comparsas de este circo, donde la atracción principal es un tiovivo donde dan vueltas y más vueltas algunos empresarios y políticos presuntamente avenidos.
Ahora se explican tantos años de desidia, la imagen hecha añicos allende fronteras, las presiones de los poderosos que todo lo pueden…las mamadas y las mamandurrias que a lo más que conducen es a cubrir la papeleta en el Parlament, donde se trata de justificar un sueldo para muchos indecente.
Y ahora va el Govern y dice, por boca del inefable conseller Jaime Martínez, que se cancela la tan anunciada campaña en el Reino Unido para lavar la imagen, que ello no conllevaría otra cosa que echarnos más mierda encima.
Para eso está la World travel Market. Allí, entre copas y el todo pagado, sí que se puede hablar del asunto. No hay contraste, mire usted.
Y mientras la oposición extrañamente se tira de los pelos, en esa ‘despistada’ cabeza que a estas alturas debería estar calva cuando menos por desmemoriada, todo asistimos atónitos a este fin de época, o al principio de lo mismo, etc, etc.