Declaró hace escasos días ante la jueza que instruye la causa por corrupción que había recibido amenazas de muerte
Sus más allegados sabían que Javier Pierotti, encontrado sin vida este sábado 20 de septiembre de 2014 en las inmediaciones del mallorquín Castillo de Alaró, sufría un cáncer que avanzaba a marchas forzadas, – ya le había provocado la pérdida de un ojo y amenazaba con dejarle ciego-.
La hipótesis del suicidio cobra así peso, ya que además había dejado ese trágico día en la casa que compartía con unos amigos una carta, dando cuenta de sus intenciones y de dónde podían encontrarle.
LA AUTOPSIA
La autopsia realizada en las últimas horas apunta a que el infortunado, uno de los mayores implicados en la lucha contra las corruptelas que se dan en Magaluf, y más concretamnte en la calle Punta Ballena, ingirió un mezcla de fármacos para animales, -aprovechando quizás su disponibilidad ya que se dedicaba con gran cariño y tesón a la cría de perros-, así como alcohol y una medicina para impedir el vómito.
Lo extraño del caso, pese a todo, es que se confirma lo apuntado por este digital, en tanto a que presentaba un corte profundo en el cuello. Sobre este último aspecto no hay dato alguno.
AMENAZAS DE MUERTE
Pierotti, de 40 años de edad, estuvo declarando días pasados ante la jueza del Juzgado de Instrucción número 12 de Palma, quien lleva las diligencias del caso de corrupción policial en Magaluf, y le dijo que había recibido amenazas de muerte…