Técnicos del proyecto Life+Iberlince y la Consejería de Agricultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha ultiman estos días los trabajos para proceder en las próximas semanas a la reintroducción de ocho ejemplares de lince ibérico en los Montes de Toledo, una de las zonas históricas donde siempre estuvo presente la especie.
Se trata de ‘Keres’, ‘Kea’, ‘Karma’, ‘Jabillo’, ‘Kentaro’, ‘Kahn’, ‘Kendo’, ‘Kuna’, con los que el proyecto Life+Iberlince pretende recuperar la presencia de lince en un territorio que antes de los años ochenta acogía uno de los principales núcleos de población de la especie en la península ibérica.
La suelta de los linces se producirá en un extenso territorio de la provincia de Toledo que previamente ha sido seleccionado por cumplir con los criterios y las variables biológicas adecuadas, y que lo convierte en una zona apta para la reintroducción de la especie.
Las áreas de reintroducción cuentan con las densidades adecuadas de conejo para garantizar la alimentación de los ejemplares liberados, con la calidad del hábitat apropiada para garantizar su presencia futura y con factores de amenaza asumibles y en niveles similares a otras zonas de reintroducción en donde ya se han establecido los ejemplares liberados, principalmente Guadalmellato y Guarrizas en Andalucía.
APOYO DE LA SOCIEDAD
Además, desde hace algunos meses, en los municipios cercanos a los lugares de la suelta se está desarrollando un programa de comunicación y sensibilización entre la población. La reintroducción del lince cuenta con el apoyo de la sociedad en general, y en particular de los colectivos que pueden tener una mayor implicación en la conservación de la especie, como son propietarios de fincas, cazadores, gestores cinegéticos y guardas de caza.
En el caso de los Montes de Toledo, los técnicos del proyecto han optado por un método de suelta diferente al que se había empleado en la liberación en Sierra Morena Oriental, de tal forma, que los linces no serán puestos en libertad directamente en el territorio elegido, sino, que, pasarán previamente a su suelta definitiva por unos cercados denominados de presuelta.
Este método, denominado como sistema de suelta blanda, ha sido ya empleado con éxito en otros puntos de reintroducción del lince ibérico, permitiendo que los ejemplares que son liberados superen previamente un proceso de adaptación al medio natural.
El método asegura la adaptación de los linces que proceden de los centros a las nuevas condiciones, minimizando sus conductas de dispersión o aumentando el grado de retorno de los ejemplares que realicen movimientos exploratorios, así como facilitando su asentamiento en el territorio en el momento de su puesta en libertad definitiva.
De este modo, los linces liberados permanecerán en el cercado de preadaptación durante unos veinte días, tras lo cuales, y después de comprobarse que su aclimatación ha sido la correcta, serán liberados definitivamente.
SEGUNDA SUELTA
La suelta en los Montes de Toledo se produce después de que el verano de 2014 tuviera lugar la primera reintroducción de la especie en Castilla-La Mancha, en Sierra Morena Oriental, donde fueron liberados otros ocho ejemplares, todos ellos, procedentes del Programa Ex-situ que gestiona los diferentes centros de cría en cautividad de la especie.
Los linces ibéricos que serán liberados en los Montes de Toledo proceden de los centros de cría de El Acebuche, La Olivilla, Zarza de Granadilla y Silves, localizados en Andalucía, Extremadura y Portugal.
Como ocurrió en la selección de los ejemplares que fueron reintroducidos en Sierra Morena Oriental, en este caso, también han sido elegidos teniendo en cuenta que puedan aportar la máxima variabilidad genética y que existe una adecuada proporción de sexos entre los ejemplares liberados.
Con la suelta de estos nuevos ejemplares se iniciará la segunda fase de reintroducción del lince ibérico en Castilla-La Mancha, con el objetivo de aumentar la población actual de lince ibérico en la península y ampliar sus núcleos poblacionales más allá de los territorios tradicionales que hasta ahora se encontraban en Doñana y Andújar, Andalucía.