El Gobierno presidido por Mariano Rajoy podría estar estudiando la posibilidad de trasladar el Senado desde Madrid a Barcelona.
Se trataría de una de las principales medidas de un programa del Ejecutivo central para convencer a los independentistas catalanes de quedarse en España.
Según informa la agencia Bloomberg, citando a dos fuentes conocedoras de estas discusiones, el Gobierno todavía no habría decidido nada al respecto o si seguir adelante con el plan, pero se trataría de una forma de demostrar que Cataluña es una parte fundamental del Estado español y contrarrestar así el argumento de los separatistas de que la autonomía ha sido descuidada por el Gobierno durante décadas.
Lo cierto es que el traslado, según Bloomberg, favorecería la creación de cientos de puestos de trabajo en Cataluña y colocaría a Barcelona como centro de la actividad del gobierno español.
Esta medida ya fue propuesta hace un año y medio por un miembro del PP, y esta semana han sido varias las voces las que lo han vuelto a solicitar.
La entidad antiindependentista Societat Civil Catalana aseguraba este domingo que el Estado debería declarar la cocapitalidad de Madrid y Barcelona y llevar a esta segunda ciudad la sede del Senado y el Tribunal Constitucional, además de la celebración de algunos consejos de ministros.
Dentro de las 50 medidas que la entidad presentará en las próximas semanas como forma de hacer que los catalanes sientan el Estado más cercano, se sugiere que el Senado y el Tribunal Constitucional ubiquen sus sedes en Barcelona y que además esta ciudad «sea nombrada cocapitalidad de España, con lo cual conseguiríamos desde el punto de vista sentimental que los catalanes sintiéramos realmente la presencia del Estado».
Otras propuestas de SCC son que se celebren consejos de ministros en otras capitales de España o que ministerios como el de Agricultura se ubiquen en zonas agrícolas.
En el mismo sentido se ha pronunciado este lunes el candidato del PSC a la Alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni, que ha reclamado expresamente la «cocapitalidad» de la Ciudad Condal junto con Madrid en lo que será el futuro Estado federal, y que así se recoja en la Constitución incluso con la cesión de la sede de instituciones como el Senado.
La idea de Collboni es lograr una Barcelona «representante de la plurinacionalidad de España, ejemplo de una renovada lealtad institucional» y que pueda incluso ser sede de algunas instituciones del futuro Estado federal, como un Senado que realmente sea cámara de representación territorial.
En la actual «tormenta perfecta» en la que está sumida la relación entre Cataluña y el resto de España, cree que no es suficiente hacer una denuncia indignada y que la reforma de la Constitución es una oportunidad de oro para recomponer los afectos y las complicidades, y que en ese escenario las grandes ciudades, como Madrid y Barcelona, tienen un papel esencial que jugar.
