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La sanidad catalana lleva años haciendo equilibrios para no traspasar la temida línea roja. Un informe del colectivo de Economistas Fedea constata lo que llevan años denunciando los profesionales del sector: que el tijeretazo sanitario se ha ensañado con esta comunidad y que la situación empieza a ser preocupante.
Según el último informe del Observatorio de la Salud de Fedea, basado en las estadísticas del Ministerio de Sanidad, Cataluña, junto a otras comunidades como Galicia, Navarra y Valencia, son las que más drásticamente han aplicado los ajustes presupuestarios en estos últimos cuatro años. En todas ellas, la crisis ya ha impactado en algunos indicadores que regulan la buena salud del sistema.
Subraya Esther Armora en ‘ABC‘ que especialmente destacable es el caso de Cataluña ya que el desplome en las cuentas sanitarias precede a una época de gran esplendor presupuestario.
Según el citado informe, el gasto sanitario en esta comunidad ha caído casi un 20 por ciento entre los años 2010 y 2014, frente a un 10 por ciento de caída registrado en la media de España.
Este descenso en las partidas para salud se produce tras cuatro años de vertiginoso incremento en las cuentas (entre 2007 y 2010), también de un 20 por ciento.
Efectos irreversibles en la salud
Más allá del impacto de las cifras, los autores del informe advierten de los efectos irreversibles de estos ajustes persistentes si se sigue recortando en salud. «Si la situación no cambia y vuelven a crecer las partidas sanitarias, habrá sin duda un impacto en la salud», afirma en declaraciones a ‘ABC‘ el profesor de Economía de la Universitat Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona, Sergi Jiménez-Martín, autor del informe.
El experto da por sentado que si se mantienen los recortes y no cambia nada «la salud empeorará a medio plazo».
Reconoce, asimismo, que la falta de inversión ha deteriorado de forma importante las infraestructuras sanitarias, tal como denunció ABC en su edición del pasado 9 de diciembre.
Problemas de salud mental
Los economistas detallan en el informe los indicadores del sistema que revelan que la crisis sí ha dejado mella en la sanidad. Entre otros, apuntan un incremento de los nacimientos de bebés con poco peso, una peor atención a los problemas de salud mental y un menor número de visitas al médico.
«El hecho de que haya más bebés con poco peso puede deberse al deterioro progresivo de las condiciones de atención a las madres a raíz de la crisis», apunta el experto de la UPF.
En cuanto a los niveles de mortalidad infantil, el estudio revela que no han aumentado pero que no han descendido al mismo ritmo que en años anteriores.
Más problemas de salud mental
Otro de los efectos de los ajustes constatados por los economistas es la peor atención a los problemas de salud mental.
«Con la crisis han aumentado las consultas por este problema y este incremento de casos no ha ido acompañado de un refuerzo de las medidas asistenciales», apunta Sergi Jiménez-Martín.
Admite, no obstante, que otros indicadores como la esperanza de vida o la percepción sobre la salud de la población no se han visto afectados en estos cuatro años de duros ajustes.
Infraestructuras precarias
Lo que sí ha causado la crisis, según el informe, es una precarización del empleo y de las infraestructuras del sistema sanitario público.
«Está claro que la situación es preocupante y que no podemos seguir despreciando la inversión ya que el estado de algunas infraestructuras sanitarias está muy deteriorado».
Médicos y otros profesionales del sector llevan años advirtiendo sobre el precario estado de algunos hospitales. Fuentes sindicales consultadas por este diario denuncian el «deterioro importante» de los grandes hospitales públicos catalanes.
El Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB) ha hecho constar esta situación en uno de sus últimos informes.
Los facultativos han dado un ultimátum a la Generalitat para que detenga los recortes presupuestarios «que por cuarto año consecutivo sufre el sistema sanitario» público.
