A falta de saber qué fuerzas llegarán a un acuerdo, las encuestas arrojan un jarro de agua fría sobre las aspiraciones de Susana Díaz
Las alianzas se van tejiendo en Andalucía al ritmo que las encuestas imponen su cruda realidad. El PSOE ya no disimula y se deja querer por Podemos. De negarle el pan y la sal al partido al que día a día han tachado de populista, la formación de Susana Díaz ha pasado a no descartar el diálogo.
Los socialistas asumen que para gobernar no tendrán más remedio que pactar con Podemos… o con el PP, hipótesis que, de momento, no contemplan en San Telmo.
La presidenta sabe que si manifiesta públicamente la posibilidad de un acuerdo con los populares, perdería votos por la izquierda y daría munición a Podemos e IU, que jugarán la baza de que votar al PSOE es lo mismo que hacerlo al PP.
De momento, Moreno Bonilla ha dejado claro que tiende la mano a Susana Díaz para evitar que Podemos alcance el poder.
A falta de saber qué fuerzas llegarán a un acuerdo, las encuestas arrojan un jarro de agua fría sobre las aspiraciones de Susana Díaz de ganar con un margen suficiente que le permita gobernar en solitario.
Aunque los sondeos dan la victoria al PSOE y dejan al PP en la segunda plaza, ambos suman menos escaños que en las elecciones de 2012.
Uno de los últimos sondeos -publicado por El Mundo el pasado fin de semana- desvela que el PSOE obtendría el 34,7% de los votos (43-45 escaños), el PP llegaría al 30,2% (39-42 escaños), Podemos lograría un 15,6% (17-19 diputados) e IU bajaría un 3,1% en votos respecto a 2012, o sea, tendría entre 5 y 7 diputados frente a los 12 de los últimos comicios. Por lo tanto, entre el PP y el PSOE sumarían el 64,9% de los votos frente al 80,1% de hace tres años.
Rajoy viajará a Andalucía para echar un capote a Juanma Moreno
Con todos los partidos haciendo cálculos, o sea, inmersos en la precampaña, el PP se apresura a promocionar a Moreno Bonilla, al que el adelanto electoral le ha cogido con el pie cambiado: es el candidato a la presidencia de Andalucía que menos tiempo lleva al frente de su partido.
En sus once meses al frente del PP, Juanma Moreno no ha podido evitar el desplome de su formación en la región. Si Javier Arenas cosechó 50 diputados en 2012, hoy las encuestas dan a los populares entre 39 y 42 escaños.
Para detener esa tendencia e impulsar la figura del joven aspirante popular al trono andaluz, Mariano Rajoy viajará a Andalucía este fin de semana.
Según ha podido conocer Periodista Digital, el presidente del Gobierno no sólo visitará la región los próximos días, sino que lo hará con bastante frecuencia durante las próximas semanas y a partir del 7 de marzo, día en el que arranca oficialmente la campaña electoral.
En el PP ni mucho menos se han llevado una sorpresa por el acercamiento del PSOE a Podemos. Creen que la estrategia de Susana Díaz con el partido de Pablo Iglesias es la misma que siguió Izquierda Unida con José Antonio Griñán en 2012. Aquello acabó en pacto de gobierno.
Por eso los populares temen ahora que se reedite un nuevo pacto de perdedores. Claro que para utilizar ese término, primero el PP tiene que volver a ser el partido más votado, una premisa de la que están convencidos a pesar de las encuestas.
Así lo hace saber el coordinador de campaña del PP andaluz y presidente del PP Cádiz, Antonio Sanz, que asegura que Juanma Moreno es la única garantía de estabilidad y «cambio seguro» en la comunidad.
Todo lo importante al margen de Pedro Sánchez
Sanz entiende que el gobierno fallido PSOE-IU llevó a la comunidad a la inestabilidad, la inseguridad y el paro. Pero lo que de verdad les preocupa es que el pescado esté ya vendido entre Podemos y los socialistas.
Los populares creen que habrían pactado bajo la mesa en la reciente reunión secreta que mantuvieron Rodríguez Zapatero y José Bono con Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. Podemos, que no tiene unas expectativas de crecimiento en Andalucía como en otras comunidades, dice ahora que si el PSOE da un giro de 180 grados en su política, sería posible una alianza.
No sería una idea descabellada teniendo en cuenta que hace tiempo que todo lo que sucede en el PSOE se hace al margen de Pedro Sánchez, al que ya solo se le espera para salir en la foto. Curiosamente la última se la ha hecho con Rajoy en la firma del pacto antiterrorista contra el yihadismo.
Está claro que de las cuestiones importantes para el futuro del PSOE se encargan las viejas glorias. Felipe González, al contrario que Zapatero, es partidario de pactar con el PP antes que con Podemos.
El expresidente del Gobierno ha declarado en varias ocasiones su deseo incluso de que ese acuerdo se produzca a nivel nacional.
Mientras la vieja guardia socialista se entretiene en estas cuestiones, la oficialidad hace como si no pasara nada, aunque cada vez con menos descaro. El secretario de organización del PSOE-A, Juan Cornejo, dijo que su partido espera no necesitar el apoyo de Podemos, porque el objetivo es la mayoría absoluta.
Dejó claro que el diálogo no se debe romper con ningún partido.
«Yo no me entiendo con formaciones, sino con políticas y por qué no vamos a escuchar a otras fuerzas si nos dicen que vamos a seguir defendiendo el estado del bienestar o aplicando las mismas políticas que hasta ahora».