Artur Mas, acorralado en el "Parlament", y los cefalóforos
Arranca Pablo Planas su agudo, diario y divertido vistazo a la prensa catalana y a la que no lo es, con una frase lapidaria: «Pujol again».
Y dice Planas en ‘Crónica Global’:
«Nuestra familia Adams acapara papel y tinta mientras los problemas crecen. Con ocho basta, de imputados, y ocho son los Pujol que gozan de tal consideración judicial. Es el clan de los «imputati», sospechosos habituales de opacidad y turbios manejos financieros al pairo de las presuntas coimas del 3, del 5 y hasta del 20%».
El Pujol del día es un clásico, el primogénito, Júnior, quien comenzara su andadura profesional con Mas. Su padre lo delató en el juzgado al advertir que fallecidos todos los gestores del «legado» pasó a ocuparse de su cuidado y engorde el hijo mayor.
El señor Jordi Pujol i Ferrusola tiene sobrados motivos para estar empreñado con media familia. Su tío Francesc Cabana, por ejemplo, le puso el lunes en el «Parlament» a los pies de los trescientos o más caballos que debe tener un auto superdeportivo.
«No se puede ir con un Ferrari por la vida mientras hay gente que pasa hambre», señaló el prócer, uno de los fundadores de Banca Catalana. Debió ser la primera bronca familiar que recibía el chico mayor en su más de medio siglo de vida.
Lo que se calla Cabana es que él le endosó a la Generalidad su biblioteca por más de 130.000 euros, que descontados los 70.000 que debía a Hacienda le llegan para comprarse por lo menos un «mirafiori» coupé.
No habían transcurrido ni 48 horas cuando tableteó el teletipo la nueva imputación de JPF gracias a la incontinencia verbal de su padre. En el Abc es Janot Guil quien está al tanto de los pormenores:
«El carrusel de imputaciones en el que cabalga la familia Pujol casi al completo -sólo queda un hijo sin imputar (Josep)- dio ayer una nueva vuelta. La juez de Barcelona que investiga la fortuna oculta en Andorra por el clan del expresidente de la Generalitat citó a declarar como imputado en esta causa al primogénito de los hijos del exmandatario, Jordi Pujol Ferrusola. Porque entiende que fue él quien gestionó los fondos ocultos en el extranjero –supuestamente fruto de un legado del padre del expresidente, Florenci Pujol–, entre los años 1990 y 1992, así como el encargado de «realizar su reparto» entre la esposa y los siete hijos del clan. (…) La magistrada recuerda que, según declararon Pujol y sus tres hijos, fue Jordi Pujol Ferrusola el que «gestionó entre los años 1990 y 1992 esos fondos y fue el encargado de realizar su reparto entre la señora Ferrusola y sus siete hijos, ingresando en varias veces las oportunas cantidades en las respectivas cuentas abiertas por los beneficiarios»».
La Razón persiste en apuntar a Felip Puig como otro de los distinguidos miembros del círculo de comisionados Pujol. J. M. Zuloaga firma la nota:
«La Policía investigará si la supuesta petición a un empresario francés de una «mordida» del 5 por ciento para poder realizar unas obras en el Puerto de Barcelona está relacionada con la trama del cobro de comisiones que presuntamente había montado Jordi Pujol Ferrusola, primogénito del que fuera presidente de la Generalitat de Cataluña, según han señalado fuentes conocedoras del caso. Recuerdan estos medios que el asunto, que está aún en fase embrionaria, lo lleva en la Audiencia Nacional el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, Pablo Ruz, que tiene abierta una pieza sobre la citada trama».
Y continúa:
«Tras los artículos publicados los pasados lunes y martes por este periódico, en los que se desvelaban algunos detalles del asunto, las investigaciones se desarrollan en el máximo secreto, hasta el punto de que sólo han trascendido algunos detalles. Los agentes de la Unidad de Delincuencia Fiscal y Económica (UDEF) se desplazaron a Barcelona la semana pasada para tomar declaración al empresario francés. Asimismo, se ha sabido que la reunión entre Felip Puig Godes, que ocupó en su momento la Consejería de Política Territorial y Obras Públicas de la Generalitat y, en la actualidad, es consejero de Empresa y Ocupación, y el empresario francés fue directa, sin intermediarios, según habría revelado el industrial a los agentes policiales, a los que aseguró que la petición de comisión que se le habría realizado era del 5 por ciento».
La derivada política de los negocios Pujol es el papel de Mas en el entramado. El trascendido de que asistió a la inauguración de unas obras de JPF en el Puerto fluvial de Rosario (Argentina) le situó al borde del knock out en la sesión de control de ayer. La somanta fue antológica. Josep Gisbert e Iñaki Ellakuría describen el combate en La Vanguardia:
«PP y C’s pidieron ayer la dimisión de Artur Mas como presidente de la Generalitat por considerar que “ha mentido” sobre el caso Pujol en su comparecencia, el lunes de la pasada semana, en la comisión de investigación del Parlament sobre el fraude y la evasión fiscal. La solicitud la formularon Alicia Sánchez-Camacho y Albert Rivera durante la sesión de control, más agria y tensa que de costumbre».
Prosigue el texto:
«El líder de C’s le acusó, en concreto, de “mentir” por haber negado que tuviera conocimiento de los negocios de Jordi Pujol Ferrusola. Y específicamente le recordó que el 2003, siendo conseller en cap, viajó a Argentina para inaugurar la ampliación del puerto fluvial de Rosario, impulsado por el Port de Tarragona que presidía Lluís Badia, de CDC, y en cuya construcción participó una empresa de la que era socio el hijo mayor del expresidente de la Generalitat. Una circunstancia que, a juicio de Albert Rivera, Artur Mas tenía que conocer y, sin embargo, escondió a la comisión de investigación. “ Usted ha mentido a todos los catalanes y por esto debe dimitir ”, le reclamó. El presidente de la Generalitat reconoció el viaje realizado y negó haber mentido a la comisión de investigación, “ porque usted no me lo preguntó ”, y no entró, en todo caso, en el fondo de la cuestión. (…) El presidente de la Generalitat se defendió reprochando a Alicia Sánchez-Camacho que quisiera ganar fuera de la comisión de investigación lo que no consiguió dentro y reprendiéndole por su intervención “absolutamente excitada” y los murmullos e interrupciones desde la bancada del PP : “ Esto no es una tertulia, un poco de educación!”».
Estos antisistema del PP quieren convertir Versalles en un «Parlament». Hábrase visto tamaña osadía. David Fernàndez no se lo podía creer, tan atildado, refinado y parlamentario como es él, que se se pasa las sesiones susurrando invectivas y poniendo cara de malote al más puro estilo batasuno en Vitoria-Gasteiz.
En El País cuentan que «El PSOE busca estrategia para paliar el golpe de los ERE» y amanecen en portada con la mujer de negro, una estilizada Tania Sánchez, la cocinera de Lenin según la retrataba Tomás Cuesta en Libertad Digital.
Más que recomendable, por cierto, la última entrega de Cuesta sobre la actualidad del PSOE en Madrid. Escribe de los cefalóforos:
«El cefalóforo es aquel que -como hiciera San Lamberto, un baturro indomable- no se descose ante el verdugo, ni gime, ni pide árnica, sino que aguanta el tipo, deja que silbe el hacha y luego, cumplido el trámite, recoge su cabeza y abandona el patíbulo con ella bajo el brazo».
En El Mundo, además de con las aventuras de los Pujol, siguen con la trama de espionaje en la Comunidad de Madrid, quilombo que se resume, más o menos, en los seguimientos de cargos del PP en el Ayuntamiento ordenados por cargos del PP en la Comunidad. Francisco Granados, que está en prisión preventiva, aparece en el centro de la diana como ordenante del espionaje. Marronazo.
En El Periódico se quejan de que los niños tienen muchos deberes y en el Ara, Antoni Bassas entrevista al todavía alcalde Trias, también conocido como «el alcalde que no tenemos», definición esférica de Arturo San Agustín. Pues que dice Trias que está abierto a pactar con todos los partidos, pero que todos los partidos están contra él. Entre tanto, la alcaldesa en la sombra, Ada Colau, dice y se desdice sobre el efecto llamada de prometer más de quimientos euros de renta mínima vital. No está claro si per capita, por familia, qué se entiende por familia y cuánto tiempo se necesita estar empadronado. Su partido ya no se llama «Guanyem» sino «Barcelona en comú».
La semana que viene, ya veremos porque se perfila un tándem Colau-Fernàndez.
Y Grecia, al borde del corralito. Tsipras, Tsipras, ¿qué sómos, Leónidas o huevónidas?.
19 de febrero, santoral del Abc:
«Beato Álvaro de Córdoba, santos Barbado, Bonifacio de Lausana, Jorge de Vabres, Lucía Yi Zhenmei y Mansueto de Milán».
