La Portavoz del PP de Extremadura, Francisca Rosa, considera que los extremeños perciben, con claridad, que nuestra situación va mejorando, que el futuro se atisba mejor, que la confianza en nuestro porvenir se impone y cada vez tienen menos recorrido personajes cenizos y discursos catastrofistas como el del Sr. Fernández Vara. Así lo ha declarado ante los medios el 22 de febrero de 2015.
Reconociendo que aún queda mucho por hacer, desde el PP consideramos que la situación económica va mejorando, los datos laborales y económicos repuntan y ponen de manifiesto que cada vez hay menos extremeños en el paro o pasándolo mal, pero esa es nuestra línea de trabajo: lograr que los extremeños cada vez más tengan cotas de bienestar digno.
Rosa considera que son los ciudadanos extremeños quienes han sacado esta región adelante, porque ellos son los auténticos protagonistas del cambio que se viene produciendo en nuestra Extremadura desde hace cuatro años.
«Los socialistas, como agoreros de la catástrofe, de la pancarta y de la ruina no tienen parangón, los que hablan siempre mal de Extremadura, cada día lo van teniendo más difícil. Nosotros somos conscientes de que todavía hay gente que lo está pasando mal pero también somos conscientes de que las cosas han cambiado, y que si perseveramos en esta línea de reformas y de acción política, las cosas serán cada vez mejor para los extremeños».
LA POBREZA EN EXTREMADURA
En el PP produce «pena, lástima y estupor, pero no sorpresa» la actitud «mezquina» del PSOE, sus portavoces y aspirantes que, no dudan en utilizar políticamente incluso materias tan sensibles como la pobreza o la discapacidad. Los Populares extremeños, manifiesta Francisca Rosa, queremos fijar la posición respecto al informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en España y que sitúan a Extremadura con un índice de pobreza del 36,1% (398.545 personas) en 2013. La pobreza ha aumentado en Extremadura un 0,7% entre 2009 y 2013, dato de referencia de este estudio. «Pero siendo este dato negativo, lo cierto es que estamos muy por debajo de la media nacional en donde la pobreza habría aumentado más de un 2% en el mismo período. Además somos la sexta comunidad donde menos se ha incrementado este índice en el período»
Para Rosa, «Conviene recordar que según los mismos datos, en 2010, la tasa de pobreza en Extremadura era del 40%, con lo cual en dos años la hemos reducido casi en 4 puntos. En 2013 y 2014, el gobierno de Extremadura, del PP, ha puesto en marcha dos medidas de carácter social que contribuirán sin duda a reducir estos datos: La Renta Básica y las Ayudas de Protección Urgente.
El análisis detallado de este y de otros estudios publicados por la EAPN, así como de los datos que públicamente ofrece el Instituto Nacional de Estadística, a través de la encuesta de condiciones de vida, revelan con absoluta contundencia, más bien al contrario de los deseado por la oposición, los satisfactorios resultados de las medidas desarrolladas en materia de política social, contra la pobreza y la exclusión en nuestra región: La renta básica extremeña, las ayudas de protección social urgente, el complemento autonómico a pensionistas no contributivos, las ayudas a las víctimas de la violencia de género…, , han sido iniciativas que, en consonancia con una política económica centrada en la creación de empleo y salida de la crisis, y con más o menos dificultad en su implantación, han permitido invertir las elevadas tasas de pobreza heredadas del anterior ejecutivo.
La pobreza y la exclusión son problemas demasiado relevantes como para convertirlos en banales instrumentos de confrontación dialéctica. En tal sentido los responsables de las políticas sociales de este Gobierno, han evitado, en todo momento, distraer su atención y caer en las provocaciones e infundios de los que a menudo han sido objeto, centrando todo su esfuerzo en implementar acciones que, en un marco de planificación general, han contribuido a evitar en nuestra región, el escenario que lacónicamente se quiere ofrecer. Los siguientes datos son la evidencia de una realidad distinta a la que se pretende ofrecer, de una realidad mejorada respecto a la que heredamos, y de un horizonte esperanzador para la región diferente a los nubarrones que cubrían el cielo extremeño en el año 2010.
