En el marco de las IX Juntas de Gobierno del CGPE, que se están llevando a cabo en Mérida, Rafael Catalá ha reafirmado su compromiso de que las comunicaciones por vía telemática de los juzgados con los abogados y procuradores serán una realidad a partir del 1 de enero de 2016. «Más que parecer algo de ciencia ficción, es la realidad de la España del 2015 y va a ser la realidad de la Justicia del siglo XXI», ha añadido. Para ello, ha explicado que se aprobarán protocolos con los colegios profesionales y que, además, los más de 250.000 abogados y 10.000 procuradores tendrán acceso a través de una página web al estado del proceso en el que participen. Los ciudadanos podrán además recibir notificaciones y comunicaciones gracias al correo electrónico o a SMS.
Tras apuntar que las transformaciones siempre generan dificultades de «comprensión, implantación y aplicación», Catalá ha manifestado que el cambio en la Justicia es «inaplazable» porque sin una tutela judicial efectiva «un Estado no puede considerarse a sí mismo un Estado de Derecho». En este sentido, ha defendido la agilidad de la Justicia.
Por su parte, el presidente del Consejo General de Procuradores, Juan Carlos Estévez, ha compartido la necesidad de contar con una Justicia ágil, profesional e independiente. «Aquí los procuradores jugamos un papel clave para que ello sea así», ha destacado.
Estévez ha abogado por el diálogo con todos los operadores jurídicos y por una gestión que permita acabar con los problemas de la Justicia y que contribuya también a dinamizar la economía. «Una justicia dinámica y que inspire una certidumbre razonable en cuanto a sus sentencias y criterios es un elemento de competitividad estructural tan determinante a medio y largo plazo como el capital humano o financiero».
Estévez: La figura del Procurador ha salido reforzada, pero aún queda mucho por hacer
Estévez reconoció que han sido tiempos de mucha lucha en defensa de los intereses de nuestra profesión y, al mismo tiempo los de la Justicia española», celebró la «recompensa» lograda tanto «en el no avance en la desaparición de la Ley de Colegios y Servicios que, por fin no ha visto la luz ni va a verla en esta legislatura, como en los avances en la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil», hoy en día en trámite parlamentario, que a su juicio «va a suponer un avance decisivo e importantísimo en nuestra profesión «en cuanto que se los otorga la capacidad de certificación para realizar actos de comunicación».
Esta consecución, aseveró, permitirá con el tiempo «que haya un antes y un después de la procura». De hecho, y tras los tiempos difíciles atravesados, Juan Carlos Estévez consideró que «hemos salido notoriamente reforzados de esta crisis, lo hemos pasado muy mal, pero al final cuando la película acaba bien siempre es de agradecer y siempre es motivo de satisfacción». Conquista que, sin duda, beneficiará a los ciudadanos en la práctica de actos de comunicación.
Hay que recordar que esta certificación es tenida, por los procuradores, como un importante salto adelante porque los homologa a otras profesiones que existen en Europa y que comunican los actos de ejecución. Hasta ahora, la profesión tenía supeditada esta facultad en la práctica con dos testigos y eso no era operativo, por lo que ahora tiene la presunción de veracidad y ya no son los que tienen que acreditar que lo que dicen es verdad.
Por último, Estévez ha reconocido que «los procuradores son aún pocos conocidos socialmente, pero conocidos por la Administración de Justicia, donde se nos considera por lo necesario que somos. Nos queda mucho camino que recorrer y esa es una labor que debemos atacar con mayor entusiamo. Una profesión que no es conocida y aceptada socialmente como necesaria, tiene sus días contados», concluyó.
